CUAUTITLÁN, Méx., A 10 DE DICIEMBRE DEL 2014.- El 9 de diciembre es el día de San Juan Diego y el indígena festejó en la iglesia de El Cerrito. Las personas le llaman Juan Dieguito y aseguran que es milagroso. Le piden salud, trabajo y amor.

El Santuario de la Siempre Virgen María de Guadalupe y Casa de San Juan Diego Cuauhtlatoatzin se ubica en el barrio Tlayacac, en Cuautitlán-México. Las personas lo conocen como iglesia de El Cerrito.

En el museo subterráneo todavía pueden observarse vestigios de los muros de adobe de la vivienda que ocuparon San Juan Diego y su tío Juan Bernardino, así como de la primera ermita construida en honor a la Virgen de Guadalupe.

El padre Marcos Antonio Rodríguez Barrera, rector del Santuario, asegura que este diciembre recibirá a 100 mil feligreses, principalmente de la zona e incluso del extranjero, pues la de Juan Dieguito es una fe que crece.

Añade que en El Cerrito vivieron los dos videntes del milagro Guadalupano y ahí la Virgen pidió que fuera llamada Guadalupe. En la vivienda de adobe se apareció y sanó milagrosamente a Juan Bernardino, enfermo de la peste.

El sacerdote recuerda que fueron hallados más de 300 objetos que pertenecieron a los indígenas, sobre todo cosas cotidianas como ollas y vasijas y de trabajo, las cuales son exhibidas temporalmente y próximamente contarán con un museo.

Juan Diego es santo desde el 2002 y desde entonces la iglesia de El Cerrito sufre una lenta transformación, que está cerca de terminar.

“Después de la canonización ha venido un auge. El que la gente quiera pedirle, como venían aquí los antiguos de Cuautitlán, a pedir a Juan Diego, a Juan Bernardino a que oraran por ellos”, menciona.

Rodríguez Barrera añade: “Vienen muchas peregrinaciones, incluso no solamente nacionales, vienen varias peregrinaciones de San Juan Diego a visitar los vestigios arqueológicos de todo este lugar, para poder encontrar donde comenzó el milagro Guadalupano”.

“Yo sé que tú me conoces. Yo siempre trato de hacer lo mejor por cambiar esta sociedad, espero que la mayoría haga lo mismo. Da salud a las personas, a los animalitos y también a la familia de mi gatito. Te prometo que voy a cumplir lo que siempre le pido a Dios y a la Virgen en las noches”, dice el testimonio que dejó Liz, al parecer una niña.

Las peticiones a San Juan Diego se multiplican: “Te pido que regrese con mi pareja, que regrese a mi lado” o “Te pido Juan Diego que me ayudes para que venga a mí Gerardo, nada más a él lo quiero”.

El obispo de la Diócesis de Cuautitlán, Guillermo Ortiz Mondragón, ofició una misa en honor a San Juan Diego, a la que asistieron representantes de líneas transportistas de la entidad e incluso llegó Isidro Pastor Medrano, secretario del Transporte del gobierno estatal, quien no se quedó a la celebración religiosa.

Cada 12 de diciembre la iglesia de El Cerrito se abarrota de feligreses, afluencia superada solamente por la que registra ese día la Basílica de Guadalupe.