CUAUTITLÁN.- Méx. 14 DE FEBRERO DE 2017.- “No nos podemos quedar calladas”, dice Rosa Margarita Ortiz Macías.

El pasado 7 de junio la mujer viajaba en un autobús de la línea ETN por la autopista México-Querétaro y fue víctima de robo y violación. Pero alzó la voz y denunció los hechos en redes sociales, donde exigió justicia, “Lo que quiero es pásarle vuelta a la hoja”, afirma.

Por eso pide sentencia máxima para Ramón Martínez García, alias El Lagarto, quien en diciembre pasado fue sentenciado a 21 años de prisión por robo y violación a bordo de un autobús de la línea Herradura de Plata, ocurrido el 10 de junio del 2016.

En menos de tres días, El Lagarto cometió dos asaltos a autobuses del transporte público en la autopista México-Querétaro y en ambos casos violó a mujeres.

“Yo ya quiero que acabe esto, ha sido muy difícil todo este proceso. Me ha afectado mucho en mi vida familiar, en muchísimas cosas. Me deprimo mucho, no quiero salir, oigo ruidos en la noche. Veo al delincuente maldito con la pistola frente de mí”, relata la mujer.

Parecía que Ramón Martínez recurriría al procedimiento especial abreviado en el caso de ETN, como lo hizo en el asunto de Herradura de Plata. Pero el hombre afirmó en audiencia que fue coaccionado por policías federales para declararse culpable y el juez de control rechazó la solicitud y se realizará juicio oral.

“Lo que quiero es que acabe, pero que acabe bien y que se me haga justicia y que le den todos los años que le corresponden. Aparte es un delincuente que va a seguir haciendo lo mismo, atacando a otras mujeres, o sea él no se va a componer para nada”, destaca Ortiz Macías.

Añade que prepara un libro sobre lo ocurrido aquella noche, con el que pretende crear conciencia entre la ciudadanía sobre las graves consecuencias que el delito de violación deja en las víctimas y la gran impunidad que existe al respecto.

“Hay mucha impunidad. En ese libro voy a narrar todos los contratiempos que tuve, por lo mismo que me doy cuenta que mucha gente no denuncia porque, muchas veces por el qué dirán, por miedo al delincuente, aparte que me he topado con funcionarios tan insensibles, por ejemplo este señor que no me quería dar mi constancia de víctima, que es el delegado de la PGR en el estado de México, diciendo que no era víctima de nada, que la víctima era la sociedad”, destaca.

Reitera: “Es algo la verdad muy duro, yo me considero una persona fuerte y la verdad sí se me ha hecho doloroso este proceso, y no nada más para mí, para mi familia. Pero bueno, aquí seguir en la lucha. Ya nada más lo que quiero es pasarle vuelta a la hoja”.

Dice que el libro tiene la intención que las mujeres no se queden calladas y denuncien.

“El libro es más que nada es para motivar a las mujeres a que denuncien, para motivar que no nos podemos quedar calladas, para motivar que denuncien también a esos funcionarios que no nos apoyan, que se ríen de nosotros, esas personas no deben estar trabajando, simplemente para denunciar a las autoridades”, insiste.

Ortiz Macías es apoyada por su familia y para las audiencias se traslada desde San Luis Potosí, donde habita, hasta juzgados de Cuautitlán, para asistir a las audiencias contra su victimario, en las que ha aceptado verbalmente su responsabilidad en los hechos que se le imputan.

El proceso contra el detenido aún no concluye y en los próximos días seguirán las audiencias para resolverlo.