TOLUCA.- Méx. 28 DE FEBRERO DE 2017.- José Antonio Sánchez Nava, originario del barrio de Zopilocalco, uno de los más inseguros de la ciudad, es un barrendero feliz, que no se detuvo ante su discapacidad, al contrario hizo de su diferencia un motor para salir adelante en la vida.

Este miércoles cumplirá 16 años limpiando una parte de los Portales, un sitio emblemático en la capital mexiquense, forma parte de una brigada de personas que tienen algún tipo de invalidez pero barren las calles y recogen todo tipo de basura y desechos que tiran los transeúntes.

Apenas con dos años de edad en un descuido de su madre su vida cambio, mientras lavaba en el río accidentalmente cayó al agua siendo arrastrado por la corriente, fue rescatado aún con vida, sin embargo, su organismo no reaccionó por completó, recuerda junto a su carrito de trabajo.  

“Mi mamá se fue a lavar al río y dice mi papá que me arrastró la corriente me sacaron casi muerto, tenía como dos años o menos, eso hizo que se me paralizara medio cuerpo, si Dios me da fuerzas voy a seguir trabajando hasta que el cuerpo aguante”, relató tras concluir su jornada.

De lunes a viernes, el hombre de 38 años de edad, trabaja de las 6:00 de la mañana hasta las 13:00 horas para ganarse el sustento que le permiten seguir luchando para tener una vida normal como cualquier persona, sin embargo, el mayor problema dice es la indiferencia de la gente.

“La gente pasa y aunque te vean barriendo te tiran la basura, no les importa lo que uno hace y se van tranquilos yo creo que a veces lo hacen a propósito, me gusta lo que hago porque me da para comer, tengo que hacerlo bien para seguir sino me corren”, sostuvo mientras sonríe.

A diario camina de su domicilio hasta la zona de la Alameda para ir por su herramienta laboral, unos dos o tres kilómetros que para su condición se hace complicado, aunque su discapacidad dice es su impulso para demostrar que puede hacer las cosas y valerse por sí mismo.

José se dice orgulloso se tener una fuente de empleo, más allá de la actividad que realice pues lo importante es no quedarse esperando que le den todo sino hacer algo productivo por lo que espera celebrar este 1 de marzo un nuevo año de trabajo haciendo lo que le gusta, barrer.

Dice estar orgulloso de ser parte de las personas que a diario salen a ganarse el pan, sin importar barreras ni obstáculos,“son pruebas que nos pone la vida pero nosotros tenemos que vencerlas”, indicó mientras aguardaba a su padre que también labora en esa misma área municipal.