TENANCINGO, Méx.-04 OCTUBRE 2015.-Los restos de Julio César Mondragón, estudiante normalista de Ayotzinapa fueron exhumados esta tarde del pequeño panteón de San Miguel Tecomatlán por peritos forenses para determinar con métodos científicos la causa de su muerte y como le fue retirado el tejido facial y ojos.

Una numerosa cuadrilla de especialistas acudió hasta el cementerio ubicado a unos 8 kilómetros de la cabecera municipal para realizar los trabajos que ayuden a reafirmar la hipótesis que existe en torno a que previo a morir fue torturado y ejecutado hace  poco más de 13 meses en Iguala, Guerrero.

Su cuerpo fue encontrado desollado y con visibles huellas de violencia un día después de los hechos registrados la noche del pasado 26 de septiembre de 2014, en el municipio guerrerense, aunque la autopsia oficial refirió que murió a raíz de una fractura craneal y el rostro devorado por la fauna nociva.

Las diligencias iniciadas cerca del mediodía de este miércoles fueron encabezadas por expertos del Equipo Argentino de Antropología Forense con apoyo de la Procuraduría General de la República, además, de representantes del Poder Judicial del Estado de México.

La exhumación fue acatada luego de que un juez Penal con sede en Iguala, autorizará y realizará un exhorto a su homólogo de Tenancingo, Estado de México para qué peritos tanto internacionales como de la PGR realizarán la extracción de los restos de Julio César.

Para la ejecución de esta medida se estableció todo un protocolo para evitar que pudiera existir nuevamente algún tipo de irregularidad que desde la óptica de familiares las autoridades de justicia mexicana fueron las menos interesadas en la realización de este histórico suceso.