CHIMALHUACÁN, Méx.- 25 DE MARZO DE 2016.- Al investigar el secuestro de un joven de 18 años cuyos familiares pagaron una suma de dinero para liberarlo, la Policía Federal detuvo a los cuatro presuntos integrantes de un grupo de secuestradores que operaban en la zona de Nezahualcóyotl y Chimalhuacán en el Estado de México y rescató a cuatro víctimas que permanecían en cautiverio, las cuales eran sometidas a tratos crueles, lesiones y abuso sexual.

Los policías federales desarrollaron investigaciones cuyos indicios los llevaron a ubicar una vivienda en la calle Doctor Luis Mora, en el Barrio Canasteros, del municipio de Chimalhuacán, donde habría varias víctimas de secuestro en cautiverio.

Se confirmó que se trataba de un grupo de plagiarios, que empleaban un alto nivel de violencia contra las víctimas, quienes grababan en video las agresiones físicas y abuso sexual para luego presionar con ese material a las familias.

Los elementos montaron un dispositivo de vigilancia encubierta por varias semanas en el que se confirmó el ingreso a la vivienda de sujetos armados o con víveres y luego se dispuso un operativo de rescate.

En el sitio fueron localizadas una mujer de 33 años y su hija de 13, secuestradas el pasado 17 de marzo, una joven de 23 plagiada el 23 de marzo y un menor de 14 años, privado de su libertad el 15 de marzo, todos con severas lesiones, maniatados, con los ojos vendados y con crisis nerviosa a consecuencia del maltrato al que fueron sometidos.

El operativo se efectuó sin la necesidad de efectuar disparos de arma de fuego, por lo que se logró la detención de cuatro presuntos integrantes de este grupo criminal, de nombres Bruno Humberto Rodríguez Zavala de 30 años de edad, Carlos Alberto Montor Mozo de 27 años, Diego Amezcua Campos de 20 y Gustavo Luciano Jimenez de 29 años de edad.

A estos sujetos, quienes quedaron a disposición de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada De PGR, se les aseguró un arma larga y una pistola tipo revolver, además de una camioneta de color rojo, que coincide con la descripción de otros casos como el vehículo empleado para interceptar a sus víctimas.

Por la forma de operar, los detenidos podrían estar involucrados con otras ocho averiguaciones previas por secuestros cometidos en los municipios de Nezahualcóyotl y Chimalhuacán, en el Estado de México.