Por la inseguridad que existe en la zona, fuerzas federales incrementaron su presencia en Valle de Bravo.

VALLE DE BRAVO, Méx.- 16 DE AGOSTO DE 2014.-  Lo que antes era un municipio pujante, considerado el principal atractivo turístico del Estado de México, ahora por la violencia e inseguridad que se vive en el sur del estado, las bajas ventas y la disminución de visitantes empieza a notarse en este pueblo mágico.

Y es que ni con la llegada de los 200 elementos de la policía federal se garantiza la seguridad de los paseantes como de los lugareños, ya que en una semana se han registrado al menos tres denuncias por secuestro en la zona, algo antes inimaginable según los habitantes.

Uno de los comerciantes establecidos, quien pidió omisión de su identidad, señaló que si bien el número de turistas no se ha caído drásticamente, la disminución la empiezan a resentir sus negocios.

“La inseguridad nos pega a todos los sectores productivos, no solamente a los comerciantes, la presencia del ejército da tranquilidad, pero también genera desconfianza de que algo está pasando”, platicó un desilusionado microempresario ubicado sobre la calle principal.

En entrevistas separadas, mujeres y hombres comerciantes instaurados en el corazón de la cabecera municipal coincidieron que el temor no es por el impacto negativo en sus ventas, sino por la propia seguridad de la gente.

“Muchos negocios hemos tenido que cerrarlos temprano, las ventas se han bajado en la noche”, indicaron algunos vendedores, quienes confían las cosas cambien antes de que se salgan de control.

Otra vendedora de antojitos mexicanos, famosa a nivel local, manifestó que debido a varios factores, pero sobre todo la inseguridad que azota la región, ahora son menos los que llegan a consumir sus productos.

“Hay temor ante los hechos de violencia que se han dado en las ultimas semanas”, indicó un taxista, quien con desagrado señaló que los grupos de jóvenes que asistían los fines de semana a divertirse ya no son tan numerosos.

Agregó, los retenes instalados en las entradas y salidas por las fuerzas federales generan gran desconfianza entre la población, ya que los policías realizan estas acciones sin tener ninguna insignia sobre la vestimenta, sino únicamente de color negro.

Sin embargo, a decir de las autoridades municipales y estatales, los secuestros son hechos aislados, además de que estos ocurren en las periferias y no en el propio municipio.

Francisco Reynoso Isrrade, alcalde de Valle de Bravo, aseguró que no existe crisis en materia de seguridad, además, negó que el ayuntamiento esté amenazado por algún grupo criminal, incluso afirmó que hay poco más de 80 por ciento de ocupación hotelera en el periodo vacacional de verano.

Esto a pesar de que el pasado viernes el secretario general de Gobierno, José Manzur Quiroga, dijo que el número de elementos se triplicó en el municipio, con 120 de la secretaria de Seguridad Ciudadana, 111 del Ejército mexicano, 100 de la Marina y 200 de la policía federal para un total de 531 uniformados para combatir la delincuencia.

Actualmente se encuentra en proceso el secuestro de tres motociclistas ocurrido el domingo 10 de agosto en una carretera que comunica a Valle de Bravo con el municipio de Otzoloapan.