Luego de una semana de luchar por su vida, Fernando, un joven boxeador de Cuautitlán Izcalli, perdió su última batalla en el hospital.
Fue el 15 de noviembre pasado cuando el joven de 20 años de edad se encontraba entrenando en un gimnasio de este municipio para su próxima pelea que se llevaría a cabo en el estado de Coahuila.
Después de intercambiar golpes en el ring con un sparring, Fernando Cano Sánchez empezó a sentir un fuerte dolor de cabeza. Instantes más tarde se desvaneció y empezó a convulsionar.
El deportista fue trasladado inmediatamente al hospital Vicente Villada del Instituto de Salud del Estado de México ubicado en Cuautitlán México, donde informaron a su familia que no contaban con médicos ni equipo para realizarle estudios, por lo que contrataron una ambulancia privada para poder llevarlo a un laboratorio particular a practicarle estudios urgentes.
Fueron 12 horas las que el joven boxeador permaneció en el hospital sin recibir atención especializada e incluso el personal del lugar retrasó su traslado a otra institución donde pudiera ser atendido.
Finalmente, los familiares de Fernando lograron la autorización para que una ambulancia particular lo llevara al Hospital Magdalena de Las Salinas del IMSS, donde de igual manera le negaron toda atención dejando la ambulancia esperando en el estacionamiento del lugar.
Desesperados, la familia decidió ingresarlo en un hospital privado donde le practicaron una craneotomía para atender el severo derrame cerebral que presentaba el deportista. La familia agotó sus ahorros para poder pagar la cirugía.
Sin embargo, en una cuenta de Facebook llamada ‘Mi barrio Cuautepec’, compañeros de Fernando anunciaron públicamente su fallecimiento debido a las complicaciones derivadas de ese evento.
El cuerpo fue entregado a familiares quienes junto con amigos organizaron una colecta para poder pagar todos los gastos correspondientes tras la tragedia.
