Por: Ma. Teresa Montaño

Una crítica a los medios locales de Toluca, frente a los aires de cambio que soplan en el país.

La visita de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al municipio de Atlacomulco, el pasado martes, fue “apoteósica” y no exagero. Para quien lo dude puede consultar el video que subió el propio candidato presidencial de Morena a su Twitter personal, donde se le recibió con un jubilo masivo que sorprendió al propio aspirante, captado en medio de una envolvente muchedumbre, encendida con un  interesante discurso del tabasqueño y del que muy pocos nos enteramos, ya que prácticamente ningún medio local  le hizo eco.

De hecho, esta columna tiene como propósito llamar  la atención al desafortunado papel que están haciendo algunos medios locales en el actual proceso electoral, frente a lo que no solo reflejan las encuestas desde hace meses, sino ante los propios hechos contundentes como el de Atlacomulco, que mínimo, ante su impacto y significantes políticos, hubiera requerido las portadas principales de los diarios locales y no menos.

Pero no, directivos de medios locales y la mayoría de portales digitales, incluso aquellos que se anuncian con “eslogan pegadores”, prefirieron guardar silencio, hacer mutis y de plano esconder la nota, como quien pretende esconder un “elefante en la sala” (ejemplo común en las clases de periodismo de investigación, cuya frase original es de Daniel Santoro), por darle un poco de ilustración al tamaño del tema.

Queda claro que desde hace un buen rato, pero con mucha mayor evidencia en este proceso, los medios locales que operan en Toluca en su gran mayoría, junto con la chiquillada,  han dejado de cumplir por completo o parcialmente,  con su función principal, básica, primaria de “informar”, así de simple,  ya que en medio de un proceso electoral histórico como el que se vive en la actualidad, con el tamaño de sus posibles repercusiones, deciden operar ponderando criterios económicos y de interés político, de quienes les pagan las nóminas, y dejar de lado, incluso, lo que fue sin duda el evento político más importante del día, no solo por la muchedumbre que se reunió en esa localidad, considerada el máximo bastión del priísmo mexiquense, sino sobre todo por su gran simbolismo electoral, como un anticipó del derrumbe que se avecina.

Algunos medios prefirieron publicar la nota de San Felipe del Progreso, donde tuvo su primer evento y evadir por completo el tema de Atlacomulco, no vaya ser…, mientras que otros publicaron pies de foto, notas raras alusivas, pero no con narrativas contundentes que reflejaran lo que ocurrió verdaderamente aquella tarde-noche.

Tomar partido en elecciones, no es algo nuevo en los medios de todo el mundo, el ejemplo lo heredamos de hecho de los periódicos estadounidenses donde a mediados del siglo pasado, incluso competían por promocionar de manera más eficaz al candidato de su preferencia para atraerle votantes.

Pero eso, es muy diferente, a las prácticas nebulosas y mercantilistas a las que ha entrado la prensa local y que tiene enviciados a buena parte de periodistas y editores. Acostumbrados a operar con cheque de por medio, o contrato o chayo, han olvidado por completo su función social.

Ante los escenarios de violencia, corrupción, inseguridad y hartazgo generalizado que enfrentan los mexicanos (chéquense las encuestas, de ahí también se pueden extraer datos en ese sentido), más nos valdría recuperar nuestro papel original de simplemente informar. Solo eso, dejemos a la sociedad que decida y abramos a los hechos y a las voces todas, los medios para expresarse. Reflejemos eso.

Por otro lado no es de desperdicio el discurso de 40 minutos que lanzó desde la patria chica de Enrique Peña, el candidato presidencial más odiados por las huestes de este, con un recuento muy puntual de sus principales propuestas, orientadas hacia uno de los sectores más golpeados y usados por los gobiernos mexiquenses y el actual federal: los campesinos, pero también los jóvenes. En la página de comunicación social de Morena, puede encontrar el audio íntegro y algunas gráficas.

En el país soplan y con fuerza, tiempos de cambio, qué alguien le avise por favor a los señores empresarios de la comunicación de Toluca.