Esta es la historia de dos niños que fueron robados.

Fue el 26 de junio del 2006 que los niños Rodrigo y César fueron robados en la colonia Potrero del Rey, al cumplirse 14 años del rapto, sus madres que sufren y lloran sus ausencias no se darán por vencidas y no descansarán hasta encontrarlos.

La vida de dos familias cambió desde el 26 junio del año 2006, día que Rodrigo Méndez Tinoco y César Castillo Cruz, fueron robados, cuando se encontraban sentados en una banqueta de la calle Ceiba.

Eran cerca de las 18:30 horas cuando los dos amigos  Rodrigo que estaba a días de cumplir 12 años y César de 10, salieron a comprar frituras a la tienda ubicada a unos metros de la casa de uno de ellos.

Sin embargo, cuando el padre salió a buscar a su hijo Rodrigo para que lo acompañará por su hermana a la escuela, se angustió al no encontrarlo y comenzó el calvario.

Liliana, madre de Rodrigo en compañía de la mamá de César, iniciaron la búsqueda tras saber que desaparecieron después de que una camioneta se acercó a ellos.

Durante toda la noche, las dos familias no pararon de buscar a sus retoños, pero no tuvieron éxito.

Al día siguiente, de igual manera realizaron recorridos en busca de los menores que cursaba el sexto grado de primaria y al no localizarlos se trasladaron a realizar la denuncia que quedó registrada con el número de Carpeta de Investigación EM/1/6956/2006.

Sin embargo, aseguraron que las autoridades no le tomaron interés al caso y como consecuencia no los apoyaron a realizar la búsqueda.

La apatía de las autoridades las orilló a realizar marchas y manifestaciones en diversas calles de la localidades con la finalidad de que las autoridades actuarán y buscarán a los niños.

Pero los movimientos no fueron fructíferos, esto, porque  autoridades estatales y municipales fueron omisas y no les importó el dolor de las familias.

De igual manera, se recordó que también protestaron a las afueras de las oficinas de lo que era la PGR y tampoco las tomaron en cuenta.

Al ver que no contaban con el apoyo de las  autoridades, realizaron boletines con las fotografías de Rodrigo y César que comenzaron a repartir en diversos municipios.

Aunado a esto, también se plantaron en las carreteras y pegaron los carteles en los camiones de carga esto al enterarse que los roba-chicos habían huido por la autopista del Circuito Exterior Mexiquense.

Campaña de difusión que efectuaron por varias semanas y también recorrieron varios municipios en busca de los pequeños pero, como si se los hubiera tragado la tierra nadie tenía noticias sobre su paradero.

El viacrucis continuó y con el pasó del tiempo recorrieron todos los estados de la República Mexicana con la esperanza de encontrar a Rodrigo y César.

Al pasar los años, el caso fue olvidado y archivado por las autoridades que indolentes nunca realizaron una investigación para encontrarlos.

Al cumplirse 14 años de su rapto  sus madres que los extrañan y lloran sus ausencias, no se han dejado vencer y a pesar de su dolor no pararán la búsqueda hasta encontrarlos.