El asesinato de Nevith Condés Jaramillo, periodista independiente del estado de México es uno de los crímenes más sanguinarios del país, sus agresores lo apuñalaron más de cien veces, le cortaron el cuello y picaron el estómago al ser encontrado sin vida en el municipio de Tejupilco.

El fundador del Observatorio del Sur, un medido dedicado a denuncias sociales y difusión de actividades locales en la región conocida como “Tierra Caliente”, había recibido amenazas tanto de autoridades como grupos delictivos que desde años controlan ese corredor de la entidad.

Además, de reconocer esas líneas de investigación, la Fiscalía estatal inicio un expediente que apunta al entorno personal, “dos que podrían tener relación con sus actividades como periodista, respecto de las actividades del municipios y autoridades estatales”, dijo el fiscal Alejandro Gómez.

“Un arma, un instrumento punzocortante, de varios, no solo de cuatro como se había dicho en un principio sino más de cien cuchilladas, piquetes que pueda haber, cuatros pues si son los más profundos y mortales, uno en el cuello”, añadió el funcionario en entrevista colectiva.

El crimen del comunicador se dio el pasado sábado en un paraje de la comunidad de Cerro de Cacalotepec, en esa demarcación ubicada a más de cien kilómetros de Toluca, hasta el momento no hay detenidos a pesar de las pruebas entregadas por compañeros como de sus colaboradores.

Los responsables no dejaron mensaje en el lugar del homicidio, pero si evidenciaron la enorme violencia que viven los periodistas, con este caso las estadísticas describen a México como uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer la actividad de los informadores.

Este jueves, periodistas de la entidad acudieron a la institución de justicia local para clausurarla y exigir que su caso no sea uno más de los que engrosan las cifras de muertes intencionales que se archivan, en los primeros siete meses del año se contabilizan mil 530 asesinatos.