“Es una total y absoluta injusticia”, afirmó María Aurora Morales Nájera, cuyo esposo Jonathan Zarco Godínez fue sentenciado a 50 años de prisión, junto con ocho personas más, por un supuesto secuestro.
La mujer aseguró que el pasado cinco de diciembre el juez de Tribunal de Juicio Oral, Alberto Cervantes Juárez, emitió dicha sentencia en un juicio plagado de irregularidades y en el que nunca fue acreditada la responsabilidad de su esposo en el ilícito que le imputaron.
Morales Nájera relató que el 26 de septiembre del 2017 hombres con armas largas detuvieron a su esposo a calle y media de su domicilio, en la colonia La Laguna, en la zona oriente de Tlalnepantla, lo que fue captado por cámaras de vigilancia, a pesar de lo cual el Ministerio Público aseguró que fue detenido en un domicilio.
Agregó que los policías llevaron al hombre frente a una vivienda, ubicada en la misma comunidad, donde fueron detenidas otras 10 personas, entre ellas dos de la tercera edad y un menor de 15 años, todos integrantes de una familia, uno de los cuales murió en prisión.
Mencionó que los detenidos fueron trasladados al Ministerio Público de San Juan Ixhuatepec, donde pretendieron obligarlos a firmar documentos, y posteriormente fueron trasladados al penal de Barrientos, acusados del supuesto secuestro de un joven de 23 años de edad, un chiapaneco que llegó al Estado de México presuntamente para comprar un vehículo.
Añadió que los policías primero pretendieron incriminar a los detenidos en posesión de armas y drogas, aunque finalmente los acusaron de secuestrar a dicho joven.
Morales Nájera dijo que durante el proceso y juicio contra su esposo en ninguna ocasión compareció el supuesto secuestrado, sólo el padre de éste, que declaró al respecto.
La mujer destacó que existe un video, de un establecimiento, donde se ve a la víctima junto con uno de sus supuestos secuestradores en la tienda, a pesar de que en esa fecha el joven ya estaba presuntamente plagiado.
Detalló que los otros 10 detenidos son integrantes de una familia: los abuelos, los esposos, los hijos y hasta nietos; uno de ellos murió en el penal de Barrientos.
Dijo que el menor de 15 años de edad fue trasladado a Zinactenepec, en la llamada Quinta del Bosque, donde se realizó su juicio y el juez determinó que no había pruebas que acreditaran su responsabilidad en el delito que le imputaban, por lo que fue liberado.
Agregó que uno de los detenidos falleció en el penal de Barrientos, en Tlalnepantla, toda vez que era diabético y se lesionó un pie, sin que haya recibido la atención médica que requería.
Reiteró que el pasado 5 de diciembre el juez sentenció a los nueve detenidos adultos que continúan presos en el penal de Barrientos a purgar condena de 50 años de prisión.
Los hechos están asentados en la causa penal 291/18, por el delito de secuestro con modificativa agravante por haber obrado en grupo de dos y que se realice con violencia.
La mujer explicó que su esposo trabajaba como chofer de un taxi y realizaba servicios al supuesto secuestrado. La familia detenida era cercada a su esposo, quienes igualmente son inocentes, insistió.
“Es una total y absoluta injusticia. Queremos que nos apoyen, que esto no suceda, que salgan nuestros familiares. Es injusto lo que este señor hizo (el juez)”, reiteró.
Destacó: “Ya una persona falleció. Más de un año de proceso e injustamente son sentenciados. Destruyen a muchas familias. La de mi esposo, la de los abuelitos, los papás”.
Dijo que al menor de edad “le dice el juez que es inocente y sus papás siguen en la cárcel, sus abuelitos, mi esposo”.
Concluyó: “¿En dónde queda la justicia, en donde queda la ley? Carajo”.