fbpx

Kristyan Ferrer, el chico de Neza que está en la antesala del Óscar

POR: / 29 de noviembre de 2015

FacebookTwitterWhatsAppShare

ferrer

TEXTO Y FOTO: Revista Domingo de El Universal

Están juntos en una sala de cine. Los tres posan para la prensa mientras juegan y se hacen bromas. Un productor, un director y un actor que se divierten para sobrellevar el tedio de toda una mañana de flashazos. Kristyan Ferrer, el actor, es tratado por sus compañeros como un chico, con el aire familiar y cariñoso que dos hermanos mayores tendrían al jugar con el más pequeño.

Pero cuando la entrevista arranca todo cambia. Gabriel Ripstein, director de la cinta 600 millas, enfatiza que el hecho de que su ópera prima haya sido elegida por la Academia Mexicana de Ciencias y Artes Cinematográficas para representar a nuestro país en la antesala de las nominaciones a los premios Oscar es un honor y una grata sorpresa, pero al hablar de sus dos protagonistas sólo le hace falta ponerse de pie.

No hace distinción alguna entre uno y otro. No importa si uno es Tim Roth y protagonizó filmes como Perros de Reserva o Pulp Fiction dirigidos por Quentin Tarantino, ni si el otro es Kristyan Ferrer, un jovencito de apenas 20 años que detiene el tráfico cuando camina por las calles de Berlín. Para el director de la cinta que será estrenada en México el próximo 4 de diciembre, ambos están al mismo nivel pues asegura que Ferrer es uno de los mejores actores que conoce.

Quien haya visto su interpretación en el filme Guten Tag, Ramón, una grata sorpresa de éxito en taquilla, seguramente coincidirá con Ripstein, pero la certeza absoluta la tendrá después de ser testigo de cómo Kristyan Ferrer, el joven sonriente y amable que hoy bromea con su director y con el productor Michel Franco, se transformará en la pantalla grande en el alterado y nervioso Arnulfo, un joven traficante de armas.

 

El bailarín del barrio

Kristyan nació el 14 de febrero de 1995, tal como lo dice su biografía enWikipedia. Lo que no dicen allí, es que ese nacimiento tuvo lugar en el municipio de Nezahualcóyotl donde creció a lado de su familia. Él es el más pequeño de la casa, bueno antes que naciera su sobrina, que es apenas una bebé. Su madre y su hermana son estilistas, mientras que su hermano es músico.

En sus tiempos libres, que no son muchos, toca la guitarra y canta en su propia banda de rock. Le digo que es un estuche de monerías y parece que el permiso para bromear ha llegado. Hace alarde del tiempo en el que era el deleite de los festivales escolares, donde bailar y cantar era su fuerte. El sentido del humor, también lo es.

Quizá por ello fue que su madre, Amparo Ferrer, comenzó a llevarlo a hacer castings para actuar en televisión cuando tenía apenas seis años de edad.

“Las mamás mexicanas siempre creen que sus hijos tienen talento y la mía no fue la excepción. Me llevó a un casting de televisión, pero no me quedé. Me hablaron de esa cadena como diez meses después para hacer un programa unitario, y luego otro, y otro. Me fui conectando y me gustó. En el kínder disfrutaba recitar, bailar y cantar. Me encantaba que la gente me viera”.

Kristyan inició en la televisión y, posteriormente, conoció el teatro. Eso lo llevó al cine y hoy en la filmografía de Ferrer se pueden contar 10 largometrajes, más los que están en proceso de rodaje o postproducción. De ellos, al menos cinco han sido multipremiados dentro y fuera de México.

En 2011 llegó al Festival de Cine de Cannes, en Francia, con la cinta Días de Gracia, cuando apenas tenía 15 años. Ahí Kristyan compartía créditos con Dolores Heredia, Carlos Bardem y Tenoch Huerta, quien a la fecha se cuenta entre sus mejores amigos y quien fue además el que le enseñó una de sus más grandes lecciones.

“Estábamos en Cannes y Tenoch me dijo: ‘¿Te das cuenta todo lo que has logrado…?, pues ponte abusado, porque todo esto se te va el día de mañana. Hoy te ganas un premio y el día de mañana se va. ¿Por qué? pues porque nosotros no pertenecemos a esas familias de actores tradicionales ni tenemos una familia de dinero ni tampoco hemos ido a Londres, Los Ángeles o Nueva York a estudiar actuación con los mejores maestros”.

En efecto, la familia de Kristyan Ferrer es de origen humilde. Su madre, quien es considerada por el actor como su cable a tierra, la que le ayuda a mantener los pies bien pegados al suelo, sacó adelante a sus hijos ella sola en medio de un ambiente hostil.

No dejaba que saliera a jugar a la calle como lo hacían los otros niños. Él reconoce que no siempre entendía por qué ella quería mantenerlo alejado de su entorno, sin embargo, con el paso del tiempo, los viajes, los aprendizajes y los personajes que ha interpretado, ha podido darse cuenta de lo que realmente ha estado rodeado en el barrio que lo vio nacer.

“Estudié la preparatoria en Ciudad Nezahualcóyotl y había un tipo al cual agarraron con un arma dentro de la escuela. Se sabía que traficaba armas y a mí me dio terror que el otro día, hace muy poco, lo vi con un uniforeme de policía. Crecí en un barrio en el que muchos de los chavos con los que yo iba a la escuela están muertos, otros son parte del crimen organizado, otros son policías. Yo siempre digo que básicamente es lo mismo”.

 

Ni tan bueno ni tan malo

En la cinta 600 millas, el actor interpreta a Arnulfo, un joven inseguro y nervioso que necesita ser traficante de armas en Estados Unidos para lograr ser aceptado por un grupo de traficantes mexicanos que operan del otro lado de la frontera. Pero aquel no es cualquier grupo. Es su familia más cercana. Algo perturbador para un joven de 20 años que creció en el seno de una familia amorosa.

“Arnulfo tiene que traficar armas para ser aceptado en una familia y para mí eso es aterrador. El guión en sí es aterrador en ese sentido y tal vez por eso me fascinó”.

Una de las escenas que más impactaron a Kristyan durante el rodaje es aquella en la que el tío de Arnulfo, jefe del grupo delictivo, aparece en la cocina guardando la salsa y los huevos, después lava su plato, y se prepara para ir a matar a alguien. Es el mismo hombre que posteriormente regresará y besará a su hija en la frente antes de sentarse a ver una película con toda su familia, como si nada.

“Eso era lo que a mí me espantaba —dice Kristyan—. Yo trato de ser lo más responsable posible con la forma en la que construyo los personajes. Antes había interpretado personajes que eran muy buenos o muy malos; inocentes o culpables… pero aquí con Arnulfo es una combinación de todo, del lado bueno y del lado malo. Es una compleja gama de grises que resulta en un personaje mucho más humano y real”.

En nuestra conversación la palabra responsabilidad se cuela varias veces en las frases con las que Kristyan describe su trabajo. Y es que el éxito tiene consecuencias, una de ellas, o al menos para Kristyan Ferrer, ha sido la obligación que siente de elegir con mucho cuidado cada proyecto en el que acepta participar y cada personaje en el que debe meterse en sus zapatos.

Fue a partir de Guten Tag, Ramón, la cinta que provoca que incluso en las calles de Berlín lo detengan para pedirle un autógrafo, que Kristyan Ferrer supo que no había vuelta atrás. La responsabilidad había llegado para quedarse y él apenas había cumplido los 18 años de edad.

“El guión de 600 millas me atrapó, pero además el personaje de Arnulfo me parece la antítesis de Ramón en Guten Tag. Además, se trata de un tema que antes no se había tocado con tal sutileza en una película, como lo es el tráfico de armas”.

Era un tema importante para la audiencia, pero también para él mismo: “Hay una preocupación justamente por el lugar en el que crecí y porque a muchas personas cercanas no les es ajena esta realidad. Es algo que conozco perfectamente. Si yo veo a un chavito que quiere pertenecer a un grupo, que quiere ser narcotraficante, tengo claro que eso pasa en la vida real, ellos quieren ser capos para ser aceptados”.

 

Los días con Tim Roth

Muchos fueron los retos que enfrentó durante el rodaje de la película 600 millas, pero también las sorpresas se multiplicaron para el joven actor de Neza.

“Yo pensé que iba a ser el mismo principio que en otras películas, como Sin Nombre, Días de Gracia o El Infierno. Pero me topé con un director que quería tocar el tema de la violencia con una responsabilidad clara: tener cero clichés. Eso me costó un poco”, dice.

Y es que no era la primera vez que Kristyan interpretaba a un delincuente, mucho menos a uno ligado con el crimen organizado, pero él había aprendido a crear a sus personajes para generar polémica. El reto de trabajar con el cineasta Gabriel Ripstein era que le exigía un trabajo hiperrealista.

Cuenta Kristyan que recuerda a Ripstein como un director muy informado, que le mandaba demasiados datos de contexto para que entendiera cómo había sido realmente el operativo “Rápido y Furioso”, que había dejado al descubierto los niveles de corrupción y la gravedad del problema del tráfico de armas entre Estados Unidos y México.

Recuerda que a veces tenía que ver videos reales de los crímenes que estos delincuentes cometían y se preguntaba: “¿Pero para qué me manda todo esto?”. Después, ya en el rodaje, supo que todo tenía un sentido, porque sin haber entendido todo ese realismo, la cinta no habría sido lo que hoy es, una ficción cuyo único sostén es la cruda realidad.

Y aunque todo aquello sonara demasiado complicado para un actor tan joven, Ferrer dice que uno de los mayores retos fue el idioma, pues Tim Roth, el actor inglés con el que comparte créditos en la cinta, no habla español y, aunque en un principio se había acordado que la película sería rodada en ese idioma, después todo tuvo que cambiar.

“Mi inglés era muy limitado. El cambio de idioma se decidió ya sobre la marcha del rodaje, así que todos los días había que llegar y traducir el guión, lo cual es muy complicado porque se corre el riesgo de perder la esencia de las escenas”.

 

Carrera contra los estereotipos

Kristian Ferrer está satisfecho con el resultado en pantalla de 600 millas. Reconoce haber tenido dificultades con el género hiperrealista, pero le gustó haber podido crear un personaje que se ve atrapado como el último eslabón de la cadena del crimen organizado por algo tan común como la necesidad de ser aceptado socialmente.

“Arnulfo tiene también una homosexualidad latente, es rechazado por su madre y todos esos temas los tenía que tocar con sutileza. Era una línea muy delgada entre hacerlo bien y caer en el cliché. Si me salía de esa línea, todo se iba al carajo”.

Y es que si de alguna manera tiene claro un compromiso como actor, es el de evitar caer en clichés, porque él mismo ha sufrido en carne propia el peso de los estereotipos.

“Recuerdo que cuando era niño, en alguna productora me llegaron a decir: ‘Tú no puedes hacer el casting porque se requiere un tipo latino internacional’, mientras me señalaban fotografías de niños rubios y piel clara… Me enseñaban a unos cuates güeritos, bonitos y yo pensaba: ‘¡Pero a esos latinos yo no los conozco!’. Hoy ya te puedo decir que he rechazado cosas, muchas porque desvirtúan al latino, lo estigmatizan como narcotraficante, y la verdad es que eso no me interesa. Sé que sí hay mucho crimen organizado en nuestro país, pero también hay gente muy buena que va y chambea. Me mandaban historias del migrante que va y nada más le hace daño a la gente allá. Sería muy cínico e incoherente que después de haber hecho Guten Tag, Ramón haga ese tipo de historias, entonces trato de ser responsable, ese es mi primer objetivo”.

Sus metas son sencillas, como él. Seguir aprendiendo, prepararse viendo el trabajo de los actores y directores que admira, ser casi un autodidacta del escenario. ¿En lo material?, le gustaría tener una casa en donde pueda criar y disfritar tranquilamente de su pareja y sus hijos. No le pide más a la vida.

Las ofertas de trabajo, por fortuna, son frecuentes y, últimamente, en las entrevistas le preguntan mucho si ha pensado irse a trabajar a Estados Unidos, a seguir los pasos de colegas como Diego Luna, Demián Bichir o Gael García Bernal. A ello sólo responde: “Yo siempre he dicho que donde haya una buena historia que contar, ahí vamos a estar”.

FacebookTwitterWhatsAppShare
Únete a nuestro canal de Telegram y recibe al momento las noticias más importantes. Entra aquí y suscríbete.

Adblocker detected! Please consider reading this notice.

We've detected that you are using AdBlock Plus or some other adblocking software which is preventing the page from fully loading.

We don't have any banner, Flash, animation, obnoxious sound, or popup ad. We do not implement these annoying types of ads!

We need money to operate the site, and almost all of it comes from our online advertising.

Please add afondoedomex.com to your ad blocking whitelist or disable your adblocking software.

×