ECATEPEC, Méx.- Liliana, destrozada, recordó que ayer  su hijo Rodrigo, que  fue robado hace 13 años junto con un amigo a unos metros de su casa en la colonia Potrero del Rey, festejará su cumpleaños 26.

Como si fuera el primer día que le fue arrebatado, Liliana, con el dolor de su corazón,  revivió el triste y amargo recuerdo ayer 29 de junio, que su hijo Rodrigo cumpliría 26 años de edad.

Con una pena que perdurará hasta encontrarlo, Liliana, explicó que Rodrigo Méndez Tinoco desapareció antes de cumplir los 13 años,  cerca de las 18:30 del 26 de junio de 2006, el mes más amargo de su vida.

Dijo que bastaron solo unos minutos para que desapareciera junto con su amigo César, de 10 años, con el que se encontraba sentado en la banqueta junto a la tienda de su casa ubicada en la calle Ceiba.

Al salir a buscarlo, comentó la madre,  ya no los encontraron, solo supieron que un camión que transportaba refrescos se detuvo en el establecimiento, así como una camioneta con unos desconocidos que se presume se  habían robado a los menores.

Así comenzó el martirio, porque al buscar a su hijo, junto con su compañerito, no encontraron rastro de ellos, como si se los hubiera tragado la tierra.

La desaparición de Rodrigo cambió su vida, que se convirtió en una pesadilla, al toparse con  trámites burocráticos de autoridades para poder realizar una denuncia por desaparición e inclusive para buscarlos.

La angustia y desesperación la llevaron también a realizar bloqueos y marchas hasta las oficinas de la PGR, con un solo objetivo, que era que las autoridades iniciaran los trabajos de búsqueda.

Esto también llevó a las madres a recorrer varios estados de la República, buscando a sus hijos, ambos menores de edad, y solo hace algunos años supieron que los tenían en un bar de Acapulco, al que también fueron pero ya se encontraba vacío.

“Son días, meses, años de sufrimiento por la desesperación de no saber que seres malvados se los llevaron”, reiteró.

Nunca olvidará, refirió,  que estaban a días de festejar la salida de sexto de Rodrigo, quien también tres días después de su desaparición cumpliría años.

Fue ayer, 29 de junio, que con más fuerza revivió el dolor, al recordar que su hijo cumplirá 26 años de edad  y 13 de que fue robado.

«Nos destrozaron la vida y también le truncaron los sueños a mi hijo que vendía dulces porque ahorraba para comprarse una moto y que quería ser piloto», narró Liliana.

Sabe que como su caso hay miles, sin embargo, su lucha sigue y no para, porque aunque esta muerta en vida solo busca que su hijo aparezca, porque ella tiene las esperanzas de que sigue con vida.

Finalmente, otro onomástico más  que pasa, con la ausencia Rodrigo, el más pequeño de sus dos hijos, robado a unos metros de su casa, hecho que la mantienen muerta en vida, sin embargo, desde hace 13 años nunca olvida felicitarlo a través de la red, con la esperanza de que él vea los mensajes.