ECATEPEC, Méx.- A más de tres años, familiares continúan la búsqueda de América, la enfermera que desapareció cuando se dirigía a bordo de su camioneta a realizar una guardia a un hospital general de esta localidad, investigación que autoridades dejaron en el olvido.

La pesadilla comenzó el 14 de marzo del año 2016, cuando la familia fue notificada que América Gabriela Carrasco Gómez, madre de cuatro hijos, no llegó a cumplir con su guardia laboral al hospital general «José María Rodríguez», ubicado en la colonia Valle de Anáhuac.

Los familiares dieron a conocer que América, cerca de las 20:00 horas de ese día salió de su domicilio ubicado en la Sección Bosques de los Héroes Tecámac, a bordo de su camioneta, modelo 2009, marca Dodge Journey, color gris oxford  con placas de circulación MEG-69-69, del Estado de México, vestida con pantalón de mezclilla azul, blusa manga corta con rayas, zapatos de piel blancos y una sudadera.

Cuando la enfermera, que era madre soltera y se desvivía por sus hijos, al día siguiente no se presentó a su hogar, fue como los familiares angustiados comenzaron la búsqueda con amigos, parientes, así como sus ex parejas, sin embargo, no tenían noticias sobre su paradero.

La angustia aumentó al ver que transcurrían las horas y América, que tenía un año de culminar la licenciatura en Enfermería, también tenía su teléfono celular apagado.

La denuncia por la desaparición quedó registrada con el número de carpeta  312150083716,  en el centro de Justicia de San Agustín, lugar donde las autoridades no les interesó investigar a pesar de que contaban con la sábanas de llamadas del móvil de la enfermera y solo les daban largas al asunto, con el argumento de que no tenían pistas para seguir con la investigación.

Han transcurrido tres años cinco meses de que la familia de América vive una pesadilla y dolor al no saber qué pasó con la mujer trabajadora, quien sin dejar rastro alguno desapareció.

Un caso que dijeron quedó en el olvido de las autoridades que archivaron el expediente de la desaparición de América y cuya camioneta en la que viajaba tampoco ha sido localizada.

Los familiares son conscientes que ha pasado mucho tiempo desde que América desapareció y  que no esperan buenas noticias, pero luchan porque las autoridades puedan encontrar su cuerpo, para que termine su martirio y así tener un lugar donde llorarle a la enfermera que dejó huérfanos a cuatro hijos que siempre preguntan por su mamá a la que extrañan.