Desde hace varios años el dolor embarga a cuatro familias por la desaparición de sus hijos, todos menores de edad, búsqueda que han olvidado las autoridades en Ecatepec.

Entre ellos se encuentra la desaparición de Rodrigo Méndez Tinoco que estaba a días de cumplir 12 años, y César Castillo Cruz, de 10, que misteriosamente desaparecieron sin dejar rastro hace 13 años en la colonia Potrero del Rey.

Rodrigo y César habían salido a comprar frituras a la tienda, cerca del domicilio de uno de ellos en la calle Ceiba, cerca de las 18:30 horas del 26 de junio de 2006.

Sin embargo, cuando el padre de Rodrigo salió a buscarlo para que lo acompañara por su hermana a la escuela, ya no encontró a los menores que cursaban el sexto grado de primaria.

Al no localizarlos tras un intensa búsqueda, realizaron la denuncia correspondiente que quedó registrada con el número de Carpeta de Investigación EM/1/6956/2006.

Ante la apatía de las autoridades que no los apoyaron en la búsqueda realizaron marchas y cierres de calles para presionar a los tres niveles de gobierno, protestas que no tomaron en cuenta.

Por ello, durante varios meses realizaron pegas de volantes en calles de diversos municipios e inclusive en camiones carga, esto porque aseguraron los raptores tras robar a los niños, huyeron por la autopista del Circuito Exterior Mexiquense.

Aunado a esto recorrieron toda la república en busca de los menores, sin tener éxito.

Han transcurrido 13 años y sin apoyo de las autoridades que archivaron el caso, Liliana, madre de Rodrigo, dio a conocer que continúa su lucha y no descansará hasta que encuentren a su hijo y a su amigo, unos niños que tenían grandes dueños por cumplir.

Otra familia que sufre otro año sin su hija es la de Selena Giselle Delgado Hernández, quien tenía 14 años de edad cuando desapareció el 29 de abril del 2019 en el poblado de Santa María Tulpetlac.

Selena se dirigía a la escuela secundaria «Luis Donaldo Colosio», donde estudiaba, a tan solo una calles de su domicilio a dónde ya no llegó, porque extrañamente desapareció.

Su madre se preocupó luego de que la menor que vestía el uniforme deportivo no regresó a su hogar y comenzó a buscarla con amigos y familiares, quienes no tenían noticias de ella.

Transcurrieron las horas y al ver que Selena no aparecía, realizaron la denuncia por la desaparición y continuaron con la búsqueda.

La madre de Selena Gisselle hasta la fecha sospecha que una dentista que atendía a su hija un mes antes en el Centro Odontológico de San Cristóbal estpa involucrada en la desaparición de la colegiala a la que comenzó a invitar a salir y la llevaba a lugares no apropiados para menores.

En este caso las autoridades no investigaron y a pesar de que existe una recompensa por su paradero, no hay ninguna pista que ayude a encontrarla.

Mientras que la familia de Arisbeth Sánchez Izalde, la niña que quien acababa de cumplir 15 años, siguen destrozados y luchan por encontrarla luego de que fue robada el 23 de febrero del 2013 en el poblado de Santa María Chiconautla.

El día de su desaparición, Arisbeth salió acompañada de su hermano menor a la tienda, en el entronque de las calles Álvaro Obregón y Miguel Hidalgo.

Los dos menores caminaban por la banqueta cuando fueron interceptados por un tipo que viajaba en una camioneta color verde Windstar, quien preguntó por la dirección de un centro de salud a los hermanos, esto para después amenazarlos con una pistola y obligarlos a subir a la unidad en la que huyó.

Sus padres se angustiaron al ver que sus hijos no regresaban de la tienda que quedaba a unos metros de su casa, por lo que salieron a buscarlos.

Habían pasado las horas y preocupados seguían la búsqueda cuando fueron notificados de que su hijo había sido encontrado en Ojo de Agua, municipio de Tecámac, tras ser abandonado por un sujeto de complexión robusta que se había llevado a su hermana, hechos que fueron narrados por el niño a quien el plagiario decidió abandonar en un lugar oscuro y seguir su marcha privando de la libertad a Arisbeth.

Por lo que con el transcurso del tiempo, las autoridades también ofrecieron recompensa a quien proporcionara información veraz para dar con su localización, pero han transcurrido más de 6 años y sus padres que se encuentran desconsolados por la pesadilla que atraviesan, no descansarán hasta hallarla.

Son cuatro familias que viven gran sufrimiento, calvario y otra amarga Navidad desde que sus hijos e hijas desaparecieron sin dejar rastro en diferentes comunidades de este municipio, expedientes que han quedado en el olvido de las autoridades que desde el inicio de las desapariciones mostraron desinterés y no contribuyeron ni realizaron investigaciones para localizar a sus seres queridos.