Desde hace tres meses, tres hijas buscan a su padre -don José- un trabajador de la Central de Abastos que desapareció cuando se dirigía a su domicilio ubicado en la colonia Santa Cruz Venta de Carpio.

El 29 de julio del año en curso, José Carmen Zavala García, quien trabajaba de cargador «diablero» en la Central de Abastos de está localidad salió de trabajar  cerca de las 14:00 horas y  se dirigía a su domicilio ubicado a unos 15 minutos  al que ya no llegó.

Al transcurrir las horas uno de sus familiares solo dijo que lo había visto alrededor de las 16:00 horas  por la comunidad, sin embargo no llegó a su casa que era de su madre donde vivía con unos hermanos tras haberse separado.

Al enterarse, sus tres hijas se enteraron de que su padre no aparecía e iniciaron la búsqueda de don José que llevaba más de 25 años trabajando como «diablero» en la Central de Abastos, sin embargo  no tuvieron éxito.

Preocupados por su seguridad, se trasladaron al Centro de Justicia de la cabecera local donde no les realizaron la denuncia y los enviaron al Ministerio Público de San Agustín, lugar donde se negaron a levantar el reporte por la desaparición con el argumento de que tenían que esperar 72 horas.

Comenzó el calvario, porque nuevamente los enviaron a la Fiscalía de San Cristóbal y de ahí otra vez perdieron tiempo porque los regresaron a San Agustín.

Por lo que, debido a la falta de interés de las autoridades, fue hasta después de cuatro días que les iniciaron la denuncia y después se trasladaron a qué les realizarán la ficha de Odisea.

Eso provocó que se perdiera tiempo prioritario e importante para poder localizarlo.

Continuó el viacrucis porque tuvieron que trasladarse a buscarlo a Barrientos, al INCIFO en la CDMX, y de ahí a Texcoco donde les realizaron las pruebas de ADN,  recorrido que realizan cada ocho días con la esperanza de encontrar al hombre que vestía pantalón de mezclilla negro, camisa azul y botas industriales negras.

Sus hijas dieron a conocer que en esos días recibieron apoyo de la Célula de Búsqueda de la policía municipal de Ecatepec, con quienes realizaron unos días los recorridos de búsqueda cerca de su domicilio sin lograr localizar al hombre que como señas particulares le faltaban los dientes superiores e inferiores.

Aunado a eso también recorrieron toda la Central de Abastos, donde solo pegaron unos boletines porque no les permitían hacerlo y a pesar de que era muy conocido en ese lugar, nadie tenis noticias sobre su paradero.

Además, también  iniciaron la búsqueda y en Hidalgo lugar donde visitaba a una  de sus hijas y repartieron volantes sin que hasta el momento haya rastro del hombre trabajador que no tenía pareja y que siempre cargaba una cadena con la medalla de San Benito.

Sin embargo, las autoridades que desde un inicio no tomaron interés al caso, no tienen avances en la investigación y a consecuencia  del retraso del levantamiento de la denuncia tampoco pudieron obtener los videos de las cámaras del C5 de la zona por donde pudo haber pasado, porque ya se habían borrado.

Además de que ya cuentan con  las sábanas de las llamadas de su teléfono celular, tampoco hay resultados en la averiguación.

Han transcurrido casi tres meses de la desaparición y sin el apoyo de las autoridades, sus hijas  continúan con la búsqueda de su padre y cada fin de semana recorren Semefos de varios municipios y de la Ciudad de México y aseguran que no descansarán hasta encontrarlo.