• El sospechoso se dio a la fuga

José Antonio desapareció hace más de dos años en el municipio de Teoloyucan, luego de ser visto en una moto con un conocido que regresó solo y se dio a la fuga al ser sospechoso de la desaparición.

Doña Vero, su madre, sufre la ausencia del menor de sus cuatro José Antonio Madrid Campos quien desapareció el 28 de junio del año 2018 en la colonia San Bartolo en Teoloyucan, Estado de México.

Su madre explicó que ese día vio por última vez a su hijo Toño de 15 años de edad cerca de las 17:00 horas quien se encontraba  junto a una tortillería cerca de su casa con un conocido que le ofrecía en venta una moto.

«Yo iba a la iglesia y lo vi ahí y le dije que se metiera a la casa a cambiar porque traía los zapatos mojados porque le había ayudado al hermano del dueño de la tortillería a lavar la moto, que nos insistía le compráramos y le aseguró se metería», refirió.

Sin embargo señaló que al regresar de la iglesia cerca de las 18:30 de la tarde, se preocupó al buscar en la casa y no encontrarlo.

«Le marque a su celular a las 19:07 horas, si me contestó y lo único que me dijo fue ahora voy, voy, voy en la moto son las últimas palabras que escuche de mi muchacho» indicó.

La angustia comenzó después de varias horas al ver que su hijo que jamás faltaba a su casa no llegaba.

Recalcó que salió acompañada de su esposo a buscarlo con vecinos  y amigos que le informaron que habían visto a Toño que  andaba en la moto con Erick «N» el muchacho encargado de la tortillería y hermano del dueño.

Por lo que al día siguiente se traslado a realizar la denuncia por la desaparición de José Antonio quien estaba a punto de estudiar el bachillerato.

Sin embargo, al regresar se enteró que Erick «N» había regresado solo y les aseguro que si andaba con Antonio y dijo que lo había dejado unas calles antes, con la justificación que se había molestado porque no le había prestado la moto.

Información que rindió en su declaración y semanas después extrañamente se dio a la fuga al ser el único sospechoso de la desaparición del menor de 15 años que vestía pantalón de gabardina negro, playera blanca con dibujos animados, tenis de choclo azul y una chamarra camuflajeada.

Desde entonces, aseguró, ha recorrido Semefos, hospitales, psiquiátricos, cárceles, varios municipios y  estados de la república con la esperanza de encontrar a su niño que traía brackets.

Explicó que derivado de que el presunto sospechoso de la desaparición de su hijo se esfumó no hay avances en la investigación que la tiene destrozada

«Con la desaparición de mi hijo me mutilaron, me quitaron un pedacito de mi, me dejaron muerta en vida» precisó su madre quien todos los días busca a su hijo con la esperanza de encontrarlo y exige a las autoridades trabajar arduamente hasta localizarlo.