El dolor no termina para una madre, que diariamente recuerda con tristezas a su hija María Fernanda que soñaba con terminar su carrera profesional de criminalística pero fue asesinada hace tres años por un sujeto que recibió una sentencia injusta de 35 años por el feminicidio.
María Fernanda Cervantes tenía 17 años y amaba el deporte por lo que era cinta negra de Tae Kwon Do, cursaba el tercer semestre de la licenciaturas de Criminalística en la Universidad de Ecatepec, municipio donde vivía con su madre quien no olvida que el 26 de agosto del 2018, fue encontrada sin vida.
Claudia dio a conocer que el 24 de agosto del 2018, su hija salió de su casa en la colonia Guadalupe Victoria en Ecatepec rumbo a la colonia El Risco CTM en la Ciudad de México para pasar el fin de semana con su padre.
Sin embargo, el 25 de agosto, María Fernanda, solicitó permiso a su padre para salir a la tienda, pero ya no regresó.
La mañana del 26 de agosto del 2018 su madre quedó destrozada al recibir la noticia de que había sido localizado el cuerpo sin vida de su niña con huellas de abuso sexual y de golpes tirado en un corredor cerca del domicilio de su padre.
Desde esa fecha, doña Claudia comenzó a clamar justicia para dar con el responsable del feminicidio de su hija.
Tras investigaciones, logró enterarse que ese día un vecino identificado como Mario Alberto Islas Campuzano había invitado a María Fernanda a una fiesta , donde solo estuvieron un rato.
Sin embargo, el sujeto la asesinó cuando regresaban de la convivencia unas calles antes de llegar a su casa.
Luego de averiguaciones que realizaron con las personas que estuvieron en la fiestas, lograron confirmar que el criminal regreso a la convivencia, con el argumento de que se le habían olvidado algunas cosas y lograron ver que traía el teléfono celular de María Fernanda.
Lo que ayudó para lograr la detención en octubre de 2018 de Mario Alberto que fue ingresado al Reclusorio Norte como sospechoso del feminicidio al confirmarse que tenía en su poder el móvil de María, mismo que fue identificado por su madre.
Después de un año, es decir en octubre de 2019 Mario Alberto, fue sentenciado a 35 años de prisión por el feminicidio.
Condena que causó la inconformidad de su madre, que tras la injusta aplicación de la ley para el criminal, solicitó a través de una apelación la pena máxima de 50 años de cárcel que recalcó es insuficiente para el hombre que le destrozó su hogar al torturar, abusar sexualmente y matar a su niña que tenía muchos sueños por cumplir.
Con dolor su madre no olvida que fue hace tres años en el mes de agosto que el sentenciado le arrebató la vida a María Fernanda la menor de sus tres hijos que anhelaba terminar su carrera de criminalística.