El 28 de agosto del 2020 varios sujetos acabaron con la vida y los sueños de Beatriz, una estudiante de criminología y criminalística, quien fue asesinada al exterior de su domicilio, en la colonia La Mancha, municipio de Naucalpan, cuando la amagaron con un arma para robarle su celular y al resistirse le dispararon en la cabeza, a un año de los hechos para ella y su familia no ha llegado la justicia.

Derivado de la pandemia y el confinamiento, la investigación ha ido demasiado lenta y aunque se detuvo a algunas personas que posiblemente podrían estar relacionadas con los hechos, los familiares de Beatriz aseguran que hasta ahora el caso no ha avanzado.

“Vamos seguido a la Fiscalía de feminicidios y nos dicen que las cosas van lentas, que por la pandemia, que hay menos gente para resolver los casos y no hay un culpable ni avances ni nada”, explicó Edgar, hermano de la víctima.

A un año de la muerte de la joven, sus familiares acudieron a la iglesia, donde se ofreció una misa en su recuerdo y para pedir por su descanso eterno.

Posteriormente se reunieron en su casa y comieron en familia, como antes, a la cabeza estaba la foto de Betty, con sus flores, una veladora y su plato de comida.

“Ha pasado un año desde que me arrebataron a mi hija por un celular, por la pandemia me han dicho que no ha avanzado el caso y aunque a mi hija ya nada me la va a devolver exijo que se haga justicia por la forma tan canalla en que le arrebataron sus sueños y la vida”, exigió el señor Francisco Aguirre, padre de Beatriz.

Hoy domingo, la familia se reunió en el panteón, donde descansan los restos de Beatriz, llevaron comida, su bebida preferida y música.