ECATEPEC, Méx.- 29 DE SEPTIEMBRE DE 2017.- Jorge Luis Aguirre un joven de 23 años, fue hospitalizado el día 23 de Junio del 2017 en el Hospital General Ecatepec Las Américas, debido a que tenía que ser sometido a una operación de vesícula.

Los doctores del lugar le propusieron dos opciones de cirugía: abierta (en la que más adelante se exponía al surgimiento de una hernia) o el rentar un equipo con el cual, sólo realizarían 3 orificios y su recuperación sería más rápida, por lo que los familiares optaron por las segunda opción, a pesar de que tenían que pagar la renta del equipo médico.

Jorge fue dado de alta el 28 de junio, pero se le programó un estudio mediante endoscopía un mes después, por lo que ingresó nuevamente al Hospital de las Américas para ser trasladado al Hospital Juárez donde le realizarían dicho estudio.

Al regresar al Hospital de las Américas, Jorge empeoró: comenzó con vómito, diarrea, fiebre y muchos dolores en todo el cuerpo, a pesar de tener esos síntomas, lo dieron de alta a los 3 días, su mamá le preguntó al doctor en turno si la situación era normal, el doctor le confirmó que sí.

A los dos días, Jorge acudió al área de urgencias del hospital debido a que su condición física empeoró, por lo que fue internado nuevamente.

Casi un día después, su mamá seguía sin información sobre la condición de su hijo, preguntaba constantemente al personal de Trabajo Social por su hijo, ellos aseguraban no tener información, una empleada le contestó: “como no estoy con los doctores, pues no sé. Si hubiera pasado algo malo, ya les hubiéramos avisado”.

Le tuvieron que hacer una lavativa de estómago a Jorge y no pudieron cerrarle la herida debido a la fuerte infección.

Cada doctor tenía una suposición diferente: “probablemente tiene el intestino perforado”, “seguramente en el Hospital Juárez lo contagiaron de algo”, “quizás le movieron la sonda por donde drenaba la bilis”.

Jorge tuvo el abdomen abierto durante más de un mes, fue programado 7 veces para quirófano por lo que lo mantenían en constantes ayunos, pero siempre le cancelaban la operación; Jorge día a día se debilitaba a tal punto de ya no poder hablar y mucho menos podía moverse.

Los doctores constantemente le solicitaban medicamentos a su mamá, por lo que ella suponía que su hijo estaría bien, sin embargo, se percató que existen muchas carencias en el lugar «no tienen los medicamentos adecuados; las camas se encuentran en mal estado pues ponen cajas debajo de ellas para poder darle soporte a los pacientes; el trato de los camilleros, enfermeras y doctores es pésimo».

Después de estar internado en terapia intensiva, fue trasladado a medicina interna en donde no le administraban los medicamentos adecuadamente y los familiares tenían prohibido pasar con celular al hospital.

Cuando Jorge iba a ser pasado de su cama al sillón reposet, los camilleros literalmente lo aventaban, no tenían la delicadeza de bajarlo cuidadosamente, a pesar de que su madre les recordaba que seguía con el abdomen abierto, el joven sólo podía hacer gestos de dolor ante los descuidos de los empleados.

Jorge falleció el pasado 3 de septiembre, debido a los malos diagnósticos y a la incompetencia de los empleados. Su mamá esperó mucho al momento de pedir el cuerpo de su hijo, pues la persona encargada del área no se encontraba y cuando regresó le contestó: “no voy a dejar de comer por entregar un cadáver”.

A la mamá de Jorge le quitaron los recibos de los pagos que realizó durante la hospitalización de su hijo, además, el Hospital General Ecatepec Las Américas le cobró $54,000 para que les entregaran el cuerpo de su hijo.

La mamá de Jorge exige que el doctor Carlos Cadena Eumaña, responsable del hospital, responda ante la negligencia médica que terminó con la vida de su hijo.