Es martes por la tarde, el camión que recorre la ruta Toluca-Acahualco empieza a llenarse, algunos pasajeros duermen en los asientos después de su jornada de trabajo, una mujer pide permiso al chófer para subirse.

Cecy Hernández carga en su mano derecha una pequeña bocina que llama la atención de los usuarios, suena la pista, su tono de voz atrae los oídos y vista de personas hacía la joven que viste blusa azul con calzado del mismo color.

La letra de «Se me olvido otra vez» suena en los pasillos de la unidad, es la canción que más le gusta interpretar, hace poco más de dos años empezó su aventura en el transporte público, la necesidad fue el principal motor.

«Fue un día que no tenía para el pasaje para ir a la escuela y decidí subirme a cantar al autobús, fue complicado por los nervios, la primera vez se me olvidó la canción, la música me gusta mucho», recuerda.

La estudiante de Sistemas con 19 años de edad, combina su pasión por cantar para ganar dinero que ayude a su familia y sus estudios, es de las pocas mujeres que realizan esa actividad en la zona del Valle de Toluca.

Su corta pero sólida experiencia le ha permitido identificar qué debe escuchar su público, su repertorio se compone de unas 250 canciones, el género que más le gusta es con mariachi, pero se sabe de todas al «cliente lo que pida».

«Ya me acostumbré, a algunos quizas no les gusta, pero otros me dicen ‘lo haces bien’, si van más adultos van las de Juan Gabriel y José Alfredo, pero si son chavos, las de bandas, traemos para todos», precisa Cecilia.

La originaria de Tecaxic, en Zinacantepec, sueña con dedicarse de tiempo completo a la música para apoyar a su familia, su padre panadero, su mamá ama de casa y su hermano ingresará a secundaria este año, nos comparte.

Recorre los cerca de diez espacios, tras interpretar tres canciones, salen manos con monedas, incluso algunos billetes que guarda en sus bolsillos, además no falta quien la felicita, «es lo mejor cuando reconocen tu trabajo».

Mientras charla, operadores y chalanes le preguntan si no va a subir a cantar, contesta que a la vuelta, durante unas cinco horas repite la rutina en las diferentes líneas que le ha permitido tener sus admiradores.

En el servicio público, Cecy ha encontrado un trabajo y escenario en lo que más le apasiona, cantar, de forma lírica ha desarrollado su talento, una sonrisa o elogió hacen que valga la pena el día.