Sufrimiento, dolor y desesperación vive la madre de Lizbeth, quien  desde hace más de dos meses misteriosamente desapareció al salir de su trabajo en el municipio de Tultitlán, y las autoridades, que tardaron tres días en  levantarle la denuncia, no tienen pistas de su paradero.

Angélica, madre de Lizbeth Hernández  Cervantes, de 26 años de edad,  quienes tienen su domicilio en Lomas de Tecámac, dio a conocer en entrevista en Ecatepec que su hija, quien tiene una niña de 5 años, salió  de su hogar a trabajar el  pasado 16 de junio del presente año, rumbo a una empresa ubicada en Tultitlán,  donde terminó su jornada laboral y al dirigirse a su casa desapareció.

Angélica indicó que preocupada, al ver que no llegaba, comenzó a llamarle a su celular, que ya no contestó y tampoco volvió a su casa donde la esperaba su pequeña hija, hecho por el que su vida se volvió un calvario.

Con la esperanza de que la ayudaran a buscarla, decidió presentarse al Centro de Justicia de San Cristóbal, donde se negaron a iniciar la carpeta y la enviaron a Tultitlan por ser la zona donde había sido vista por última vez la joven madre, sin embargo, recalcó que al llegar a la agencia de esa localidad, también hicieron caso omiso y la regresaron a Ecatepec.

Desesperada y molesta porque transcurrían los días, nuevamente al presentarse a la Fiscalía de este municipio la enviaron hacer su demanda a Tecámac, con el argumento que era la localidad donde vivía la desaparecida.

Como si se tratara de un juego, al llegar a Tecámac, Angélica recibió la indicación de trasladarse a San Agustín,  cansada regresó a ese Centro de Justicia donde ya no permitió la ignoraran y exigió que no se movería de ese edificio hasta que  le iniciarán la carpeta por la desaparición de su hija Lizbeth, quien tenía ocho meses de haberse separado y  junto con su pequeña vivían con ella.

Fue así que las autoridades tomaron cartas en el asunto y que por la apatía dejaron pasar tres días que eran importantes para poder localizarla, y como consecuencia, cuando buscaron en cámaras instaladas por donde pudo pasar Lizbeth, quien vestía pantalón azul deslavado, sudadera negra y tenis, ya no encontraron imágenes de esa fecha, debido a la actualización de los videos.

Derivado de esto, comentó que ella misma, con el dolor que sentía y con la esperanza de encontrarla,  fue a investigar a la empresa  de telemarketing donde Lizbeth tenía un mes y medio trabajando.

Refirió que algunos compañeros de trabajo le informaron que ese sábado, que la jornada laboral terminaba a las 14:00 horas, se habían ido caminando  una cuadra y media hacia la López Portillo, donde cada quien había agarrado distintos caminos, pero no supieron si ella abordó el Mexibús, que era el transporte que tomaba rumbo a su hogar en Tecámac, datos que proporcionó a las autoridades.

Angélica Cervantes Aguilar,  quien es madre soltera y tiene otro hijo menor de edad, recalcó que tras la desaparición de su hija, el papá de su nieta se hizo cargo de la menor, porque ella además de trabajar y llevar a su pequeño a la escuela, tiene que  dedicarse a buscar a Lizbeth, la mujer que solo salía de su casa al trabajo y viceversa, porque siempre estaba al pendiente de  llegar a ver a su niña.

La angustiada madre que llora todos los días y se acompaña de su pequeño para seguir la búsqueda de Lizbeth, exhorta a la ciudadanía a contribuir con su granito de arena compartiendo la imagen de su hija, esto porque reiteró que  las autoridades no tienen ningún avance en la investigación y a los que exige dar resultados para que este caso no sea uno más de los que quedan en el olvido.