CUAUTITLÁN, Méx.- 16 DE JULIO DE 2018.- No es la primera vez que colocan un explosivo en juzgados de este municipio, los cuales comunican directamente con el penal de Cuautitlán.

El 15 de noviembre del 2012 fue dejada una granada de fragmentación, sin el seguro, en los juzgados ubicados junto al penal de Cuautitlán, en avenida 16 de Septiembre, en el centro municipal; el artefacto no explotó y fue retirado por personal especializado de la policía estatal.

La granada fue hallada bajo una silla del segundo juzgado, a 30 centímetros de la pared con el reclusorio de Cuautitlán. Entonces las autoridades dijeron desconocer si la abandonaron con el fin de propiciar alguna fuga de internos.

La tarde de ayer ocurrió una explosión en los nuevos juzgados orales de Cuautitlán, ubicados en calle Porfirio Díaz, justo atrás del penal; tres internos escaparon.

Un recluso fue recapturados y faltan dos por ubicar, aunque autoridades estatales todavía no confirman al respecto, este estaba en avenida Ferronales, cerca de las instalaciones de Seguridad Pública de Cuautitlán; el segundo fue localizado por el operativo implementado la tarde de ayer de más de 100 policías estatales.

La Secretaría de Seguridad del Estado de México (SSEM) informó que el penal de Cuautitlán tiene capacidad para 430 presos y alberga mil 300, es decir más de tres veces más.

Dicho reclusorio es considerado uno de los más saturados del Estado de México. Es conocido como “La Vecindad del Chavo” debido a lo pequeño de sus instalaciones, que fueron construidas junto a la entonces presidencia municipal de Cuautitlán, actualmente Casa de Cultura.

En el 2010 la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) aseguró que la capacidad del reclusorio de Cuautitlán era de 250 internos y tenía entonces mil 50, por lo que había hacinamiento y deterioro de las áreas comunes.

Familiares de internos relataron que éstos sufren plagas de pulgas y chinches, además de que se enferman con frecuencia de un hongo en los pies, enfermedad que ellos llaman “El Champi”, sin que las autoridades penitenciarias hagan algo para solucionar la situación.