Un ladrón murió calcinado luego de quedarse atorado en la chimenea de un negocio al que pretendía entrar a robar, sin embargo, no contaba con que una reja le impediría el paso, por lo que quedó ahí hasta que al otro día los empleados encendieron el fuego.

De acuerdo con información oficial, fue en la esquina de avenida Hidalgo y Luis Echeverría, en la colonia Nueva Aragón, donde un ladrón intentó entrar a un negocio de pollos rostizados, la noche del pasado jueves, pero quedó atorado en su intento por entrar a robar.

Al pasar las horas e iniciar este día, los empleados acudieron de manera normal y comenzaron sus labores, por lo cual encendieron las máquinas y la chimenea comenzó a arder, atrapando al desafortunado delincuente que murió calcinado.

Fue más tarde que los trabajadores detectaron un olor inusual, por lo que al revisar encontraron el cuerpo del hoy occiso, de aproximadamente 30 años, quien ya no presentaba signos vitales, por lo que dieron aviso a las autoridades.

Policías municipales y personal del Semefo, así como ministerial, acudieron a tomar conocimiento de los hechos y ordenar el traslado del cuerpo en calidad de desconocido sus instalaciones para iniciar las averiguaciones correspondientes.