La Subprocuradora de Protección a la Fauna de la Procuraduría de Protección al Ambiente en el Estado de México, Alejandra Arias Molina, denunció que fue obligada a renunciar después de denunciar acoso laboral por el titular de la PROPAEM.

La mujer dejó su cargo a finales de noviembre de 2017, por órdenes directas de Luis Eduardo Gómez García, quien desde que asumió el puesto al iniciar la administración de Alfredo del Mazo Maza, el 16 de septiembre, empezó a hostigarla y relegarla de sus funciones, sin tener argumentos. Gómez García, aseguró la afectada, es amigo del mandatario estatal.

Según el testimonio de la víctima, años atrás, mientras ambos trabajaban en Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, sufrió una persecución, resentimientos que aumentaron hace poco más de cinco meses, lo que derivó en su despido injustificado después de más de dos años de trabajo.

Arias Molina trató de dejar en el pasado la mala experiencia con el funcionario por lo que optó por buscar trabajo en alguna dependencia, sin embargo, amigos y conocidos contaron que Gómez García divulgó que había realizado mal desempeño para no ser contratada a pesar de sus logros.

«Pasó el primer mes para que empezara a relegarme, me pidió no firmar nada de documentos, no toques nada de todos los documentos, no podía asistir a los eventos, me quitó las llaves de vehículos y vales de gasolina», indicó.

Luego de recibir trato inadecuado, ser vetada de sus actividades y desplazada de sus funciones, la mujer trató de tener acercamiento con el gobernador Alfedo del Mazo, enviándole un oficio de lo que ocurría, pero sin éxito.

A los pocos días de exponer los logros que serían frenados por el acoso laboral que se habían logrado en más de dos años, como realizar operativos en la Plaza Ganadera de San Bernabé donde existe maltrato animal, tuvo que dejar su puesto.

«Mandé mi escrito, pero nadie me volteó a ver, nadie me escuchó, pasó como una semana para citarme en su oficina y pedir mi renuncia, ‘no te busques más problemas’, los grabé cuando me trajeron mi renuncia», recuerda fue a finales de noviembre.

Ante la nula respuesta del gobierno estatal, optó por demandar por despido injustificado, proceso que sigue en trámite y espera ganar para demostrar cómo evidenciar la forma que tuvo que dejar su trabajo por el capricho de un funcionario.

Además, al tratar de buscar contratarse en otra dependencia, sus conocidos le dijeron que habían dado malas referencias de su trabajo directamente por Luis Eduardo Gómez García, lo que ha impedido ser contratada a pesar de su experiencia.

«Cuando intento buscar trabajo en los lugares me entero que habló pestes de mí, ‘es una loca que demandó a gobierno, lo que quiere es perjudicarme, cómo van a contratar a alguien como ella’, una serie de sandeces dijo de mi persona», indicó en entrevista.

Ante ello, inició una campaña en redes para dar a conocer su caso y encontrar justicia por el acoso laboral del que ha sido víctima y que derivó en quedarse sin empleo cuando se encuentra en etapa de embarazo, «no me quedaré callada», insistió.