ECATEPEC, Méx.- 14 DE NOVIEMBRE DE 2017.- Padres de familia se manifestaron para exigir   la reparación de daños que sufrieron escuelas a consecuencias del sismo, ante la apatía de las autoridades que han hecho caso omiso.

Centenares  de personas de al menos 22 escuelas, de las cuales seis presentan graves daños, colocaron ataúdes construidos de cartón y veladoras, así como un bulto  de tabiques con paredes de huesos, simulando un derrumbe, para mostrar los que puede pasar en caso de otro movimiento telúrico, dónde pueden quedar los estudiantes sepultados en los escombros.

Dolores Tejeda dio a conocer que  en los 22 planteles que conforman el Movimiento de Escuelas y Centros Comunitarios,  ya se encuentran tomando clases, solo contando con un documento de evaluación de daños, que  nada tiene que ver con un dictamen que el IMIFE no ha realizado.

Explicó que  preescolar Meztli y la primaria  Rosario Castellanos, de la colonia Santa María Tulpetlac, presentan daños en sus aulas e inclusive algunos alumnos toman clases en carpas.

Misma situación que atraviesan las primarias, José Martí, en la comunidad de La Agüita, y la Benito Juárez, en Tejalpa, así como el kinder Xochipalli,  que se encuentra  en la zona del Almarcigo, además de la secundaria 953 de San Carlos Cantera, dónde las instituciones educativas, además presentan fisuras en bardas y trabes.

Ante esta situación,  acusó directamente al director de gobierno, Noe Vázquez, de engañarlos, en realizar la revisión en los planteles dañados desde hace un mes, que fue la primera vez que se presentaron a realizar la protesta.

Indicó Dolores Tejeda que los más de mil quinientos  alumnos que estudian  dentro de las escuelas en mención, corren peligro ante las afectaciones que presentan, sin embargo, el gobierno ha hecho caso omiso para solucionar su demanda e inclusive solo se han burlado de sus peticiones.

Los manifestantes además realizaron una marcha con pancartas en mano, para ser escuchados, porque están hartos de ser ignorados y que algunos de  sus hijos tengan que tomar clases bajo carpas o en salones dañados por el temblor.