Durante las primeras horas de este jueves, autoridades confirmaron que el cuerpo localizado en un canal de aguas negras en el municipio de Nextlalpan pertenece al párroco Ernesto Baltazar Hernández Vilchis, desaparecido en Tultepec el pasado 27 de octubre. Hasta el momento, dos personas han sido detenidas por su presunta participación en el crimen.
Ernesto Baltazar, de 43 años de edad, fue reportado como desaparecido por sus familiares tras tres días sin tener noticias de él. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) emitió la ficha de búsqueda el 31 de octubre e inició las investigaciones correspondientes.
De acuerdo con las indagatorias, el sacerdote fue visto por última vez al salir de su domicilio a bordo de su vehículo, acompañado de otra persona. Cámaras de videovigilancia captaron el automóvil en diversas vialidades rumbo al estado de Hidalgo, seguido en todo momento por una motocicleta.
Al rastrear el vehículo y la motocicleta, autoridades localizaron al propietario de esta última, quien declaró haberla prestado a un sujeto identificado como Brandon Jonathan “N”, bajo el argumento de que viajaría a Hidalgo para vender una camioneta.
Con base en esta información, policías ministeriales realizaron un cateo el 9 de noviembre en el domicilio de Brandon, ubicado en la Unidad Habitacional Morelos, municipio de Tultitlán. En el lugar se localizaron diversos indicios como ropa y pertenencias de la víctima, una estola sacerdotal y dos objetos punzocortantes con rastros hemáticos detectados mediante la prueba “Blue Star”.
Durante los interrogatorios, se estableció que el sacerdote, párroco de la comunidad La Piedad, acudió acompañado de una mujer al domicilio de Brandon, donde también se encontraba María Fernanda “N”. Los cuatro convivieron durante varias horas consumiendo bebidas alcohólicas y estupefacientes. En determinado momento, Brandon habría agredido a Ernesto Baltazar con un arma blanca, provocándole la muerte.
Posteriormente, los tres implicados intentaron ocultar el crimen, colocaron el cuerpo en bolsas negras, lo amarraron a un sillón y lo abandonaron el 30 de octubre en el canal de aguas negras de Nextlalpan.
El 11 de noviembre, derivado de las declaraciones de los detenidos, autoridades localizaron el mueble y el cuerpo con características coincidentes con las del sacerdote. Los trabajos periciales y genéticos confirmaron que se trataba de Ernesto Baltazar.
El Ministerio Público integró la carpeta de investigación y acreditó la probable participación de Brandon Jonathan “N” y María Fernanda “N” en el delito de desaparición cometida por particulares, por lo que se solicitó y ejecutó su detención.
Ambos fueron ingresados a los penales de Tlalnepantla y Cuautitlán, respectivamente, quedando a disposición judicial para que se determine su situación jurídica. Una tercera persona implicada ya fue identificada y podría ser detenida en las próximas horas.
