CÍRCULOS DEL PODER

Por: Ma. Teresa Montaño

*De la estructura que encabezará Delfina Gómez en Edomex y su impacto en el grupo político mexiquense.

La Coordinación Federal del Estado de México, que estará a cargo de Delfina Gómez, está siendo diseñada sin duda para “amarrarle las manos” al grupo político que históricamente y de forma excesiva, más se ha enriquecido del recurso público, quizás por encima incluso, de muchos otros grupos priístas del país.

De confirmarse la estructura que está articulando en el territorio  la profesora y exalcaldesa de Texcoco, con apoyo de un equipo técnico dependiente directamente del hoy presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se  pondrá sin duda y rápidamente en números rojos el futuro del PRI mexiquense y asociados.

Un primer acercamiento realizado esta mañana con la maestra, nos permitió conocer de primera mano el alcance que tendrá la estructura que va a encabezar a partir del primero de diciembre de este año, con una liquidación de entrada de todos los cargos directivos de alto nivel de las 25 delegaciones federales que operan en el territorio  y cuyo nombramiento de titulares, dicho sea de paso, respondía más al pago de cuotas políticas y a “cuatismos”, que a estrictos requerimientos de orden técnico para una correcta aplicación de recursos y programas federales.

Cabe destacar que bajo esta lógica de operación  y  al paso de los años, sobre todo en este sexenio, algunas delegaciones y coordinaciones federales del Estado de México,   terminaron convirtiéndose en tapaderas de desastres administrativos,  fugas presupuestales y asignación de contratos de compadrazgo, con un saqueo sistemático de recursos o su aplicación electorera. El ISEM, la Sedesol y el Centro SCT,  podrían tener perfectos ejemplos de este modus operandi.

Pero además del “descabezamiento” político de las delegaciones federales en Edomex (y todo el país), la coordinación federal tiene previsto otro as bajo la manga: crearán 31 coordinaciones regionales y otras cinco adicionales de corte indígena –una por cada grupo étnico-, para supervisar que cada programa y cada peso federal, en cada uno de los 125 municipios, se aplique y llegue. Punto.

Para lograr lo anterior, se está previendo que cada una de las 31 coordinaciones regionales, supervise, sí supervise, entre cuatro y cinco municipios. Y por si todo fuera poco, se están programando “fusiones” entre estructuras delegacionales (una vez descabezadas), para recortarles fondos operativos y que estos se liberen para propósitos de inversión.

Por último y para rematar, Delfina Gómez encabezará una coordinación de tipo ”itinerante” y contará con varias oficinas para despachar, la principal en Toluca, una subcoordinación –no sé aún el nombre correcto- exclusiva para Ecatepec (sopas!) y algunas más en el valle de México, sur y norte del territorio que no han sido definidas.

De concretarse esta estructura, los márgenes de maniobra para Alfredo del Mazo sobre los recursos federales, se estarán limitando al máximo con una repercusión política de alto impacto sin duda, quizás por ello, este mismo jueves, corrió la versión y es casi un hecho, de que el gobernador ha operado sobre el Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), para retirarle las 10 diputaciones de representación proporcional que le asignó el Instituto Electoral (IEEM) a la coalición Juntos Haremos Historia, y distribuírselas al PRI y sus históricos aliados…

Resulta inquietante que esta maniobra Delmacista, se dé justo en sentido contrario, al histórico discurso que dio  Andrés Manuel López Obrador, en la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), tras recibir su constancia como presidente electo. Más porque en él hizo un compromiso, igualmente histórico para la vida democrática de México, de  terminar con el influyentismo y las presiones sobre los tribunales de este país.

Dice el dicho que “árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza”…