ECATEPEC, Méx.-25 DE ENERO DE 2017.-Guadalupe fue golpeada, violada por su ex pareja quien era elemento de la policía municipal y ahora está preocupada  porque le robo alhajas, una camioneta y las escrituras de dos casas y le exige dinero a cambio para entregárselas, además de amenazarla de muerte, por lo que pide justicia para que sea castigado.

Guadalupe  Zamora Ayala, madre de tres hijas que no viven con ella porque ya formaron sus hogares,  con domicilio en calle Cuitláhuac en el poblado de Ciudad Cuauhtémoc, explicó que hace seis años en el mes de noviembre del 2011, comenzó a tener una relación con Gonzalo González Oranca ,de 47 años de edad,   quien en ese entonces  era jefe del quinto sector de la policía municipal, por lo que a los pocos meses decidieron vivir juntos, dando inicio a su martirio.

“Él se separó de una mujer policía  con la que vivía dejándole su propiedad  a pesar de que no tuvo hijos con ella y  como nos llevábamos muy bien, pues estábamos enamorados, se mudó  a vivir conmigo a una casa, que cuido que es de uno de mis hermanos  que actualmente  reside en Estados Unidos y a los pocos meses fue despedido de la corporación policiaca, pero nunca me dio la razón por el cual lo corrieron”,  relató Guadalupe.

Indicó  que al quedarse desempleado   ella  decidió apoyarlo  y pusieron una cocina  así  como una discoteca e inclusive le pagaba la  escuela para que estudiara una carrera.

Dio a conocer que al transcurrir los meses comenzaron los problemas,  y las discusiones y agresiones verbales, donde el   tras la pelea se iba de la casa y  regresaba   para reconciliarse, hasta que un día la golpeó pero  dispuso no denunciarlo, al observarlo arrepentido  y pedirle  perdón.

Recordó mostrando la foto de Gonzalo,  que fue el 24 de mayo  del año 2013,  que  nuevamente  la agredió físicamente,  tras reclamarle al enterarse que estaba  en la casa de la  mujer que había vivido antes que ella,  y  por las lesiones que le causó  determinó levantar la denuncia correspondiente en el Ministerio Público de San Cristóbal centro,  hechos que quedaron registrados en la Carpeta de Investigación con número  344880920044313.

Nerviosa y preocupada, Lupe  comentó “a los pocos días para ser exacta el  6 de Junio  del 2013, llegué a mi casa y él ya estaba  adentro, donde se encontraba mi nieta que es la que vive conmigo,  me amenazó y me agarró a la fuerza me llevó al cuarto y   abuso sexualmente de mí, por lo que también  presente mi  denuncia   en  el oficio  344610620532013,  y las autoridades me dieron un documento de orden de restricción para que ya no se acercará a mí”.

Aunque estuvo tranquila unos días, el 24 de junio del mismo año,    expresó que  sin respetar la orden  de restricción, Gonzalo, se presentó a su vivienda a agredirla, dijo “pedí apoyo a elementos de la policía, quienes no se lo quisieron llevar por ser su compañero y estar en estado de ebriedad, y al reclamarles cumplieran con su trabajo, ellos mismos  solicitaron  ayuda a estatales quienes se lo llevaron  directamente al Centro de Justicia donde se quedó detenido por todas las denuncias que tenía y le aseguraron que por todos los antecedentes que  ya tenía, debería ser trasladado a reclusorio”.

Sin saber que había pasado,  a los dos días de estar preso en el MP de San  Cristóbal,   recalcó Guadalupe  quedó libre, al estar  bajo la protección por su hermano que actualmente también es policía de Seguridad Ciudadana y Vial y  se presume pagaron  una fuerte suma de dinero para que obtuviera su libertad y no fuera llevado al penal de Chiconautla.

“Cometí un error muy grande porque  para dar seguimiento al caso, a los ocho días después me citaron en la Fiscalía Regional,  al llegar, me percate que  él, Gonzalo  estaba con una licenciada, pero fue extraño y lo mandaron por unas copias y a mí me sacaron, y cuando terminaron de platicar con una empleada de esa dependencia  me hablaron y  me dijeron que firmara unos papeles y como estaba nerviosa  no los leí y los firme, por lo que  pienso eran para  deslindarme de la denuncia y ya no pasó nada”.

“Fui una tonta” dijo durante la plática,  porque a los tres meses  que la volvió a buscar  lo perdonó  y  regresó  nuevamente a vivir con ella,  por lo que  siguieron trabajando  el antro que tenían  en la comunidad, donde aseguró ella se encargaba de todo  e inclusive había comprado el mobiliario y el solo le ayudaba a cobrar el cover, y al ya no  sentir que la apoyaba y le dejaba toda la carga laboral,  acordó  cerrar el negocio.

“Días después al llegar al local, me enteré que  se había llevado  sin decirme todos los muebles   a su casa, acción  que ocasionó otra discusión,  donde él me prometió los vendería para comprar un terreno, pero al pasar el tiempo  nunca lo hizo”, aseveró Lupe.

Relató que al pasar otro año  siguieron las agresiones  que insistió fueron únicamente  verbales,  debido  a que  no le daba dinero para el gasto y  ella tenía que mantener a su nieta,  y  comenzó  a trabajar en una cocina, y debido a  que su madre se puso enferma tuvo que abandonar su labor  para dedicarse a cuidarla.

En ese tiempo aseguró que él  había encontrado empleo hasta el estado de  Morelos  donde realizaba instalaciones de cableado para cámaras de seguridad, por lo que le mandaba poco dinero,  que no le alcanzaba  y sobrevivía  con  lo que le  pagaban  de las rentas de dos casas que son propiedad de sus hermanos que están en  Estados Unidos, pero que al continuar con los problemas   decidió dejarlo definitivamente en  mayo del 2015.

“Aunque ya no  éramos nada,  yo mantenía relación  con unos de sus hijos,  quise iniciar de nuevo y me compré una camioneta,  y  compré puercos para dedicarme a criarlos y venderlos. Al enterarse  Gonzalo,  decidió ayudarme  y yo acepté, pero al ver que no cumplió,  opté por vender  19 de los 37 marranos por lo que me pagaron una buena cantidad y  después al no poder con la labor  también  puse  a la venta  los animales que me quedaban”, refirió.

Después de  confiar en él, de ayudarlo por el amor que a lo mejor dijo que le tenía, decidió hacer pública su denuncia y dar a conocer su caso,  esto al  ser amenazada por el ex policía municipal,  quien ahora le exige dinero a cambio de entregarle  unas escrituras de las casas que tiene a su cuidado y que está segura que  le robo al entrar a su casa sin que ella se percatara de los hechos, presumiblemente  en el mes de diciembre  del año pasado cuando   se encontraba de vacaciones.

Además de también sustraer  más de 26 alhajas de oro  que eran de su madre, quien ya falleció, además de llevarse su  camioneta tipo Nissan que meses antes había comprado.

“Me dijo, ya viste que conmigo no puedes, te golpeé, te violé, te pisoteé y te mataré si tratas  de hacerme algo, así es que   ahora  cuando tengas el dinero que te deben por los puercos y me lo des, te regresaré tus papeles de las casas”, recalcó molesta.

Por lo que ahora   nuevamente   levantaré su demanda por robo y amenazas y reiniciará el proceso para que también sea castigado por las denuncias anteriores y espera que las autoridades ahora sí tomen cartas en el asunto, antes de que pueda ser asesinada por el hombre  que solo le ha causado   afectaciones en su vida.

“Sé que cometí muchos errores, tal vez por el amor que le tenía y por confiar en él, yo  lo ayudé mucho aun cuando se encontraba  sin empleo y tenía que mantener a los dos hijos que tiene de su único matrimonio que son adolescentes,  pero me cansé de que se aproveche de mí,  de que me haya causado daños psicológicos y  hoy temo por mi vida  y la seguridad  de mi familia,  porque  Gonzalo  a quien conocí cuando era policía de este municipio, solo piensa en hacerme daño”