fbpx

Don Rubén lleva casi toda su vida sin poder caminar pero nunca ha sido discapacitado

POR: / 22 de julio de 2017

FacebookTwitterWhatsAppShare

ECATEPEC, Méx.- 22 DE JULIO DE 2017.-Debido a que ya casi no puede mantenerse de pie a consecuencia de la secuela de la poliomielitis, enfermedad que le dio desde que era niño, en una vieja de silla de ruedas, Rubén, de 58 años, recorre calles y tianguis para vender franelas y jergas, mientras que por las mañanas trabaja de chófer de un taxi, utilizando unos palos como adecuación para maniobrar los pedales.

Rubén Manzano Hernández, actualmente casado, con dos hijos ya mayores verdad, vecino de la colonia San Agustín  Primera Sección, recordó que fue a la edad de  5 años que su vida cambió después de que le dio poliomielitis.

«Mi mamá, que ya falleció, me comentó que mis pies se enchuecaron y que todo el cuerpo primeramente se me paralizó, me picaba con agujas y con clavos para que volviera yo a tener movimiento y sólo de la cadera hacia los pies quedé mal», relató.

Fue a los 12 años de edad, cuando ya se encontraban viviendo en este municipio y  durante un evento le pidió ayuda al entonces gobernador de la entidad mexiquense,  Carlos Hank González, para que lo pudiera operar y sus pies volvieran  a la normalidad.

«Sí lo hizo, me ayudó,  me envió a Toluca donde estuve dentro de un albergue debido a que no podía estarme moviendo de un lugar a otro, ya que fueron 5 operaciones que me realizaron para enderezar mis pies y debido a eso me pude levantar,  claro, caminando con el apoyo siempre de bastones, me emocioné, ya era yo igual que todos, sólo que caminaba va más lento», precisó.

El hombre, siempre con una sonrisa en el rostro, dijo que su discapacidad no ha sido impedimento para salir adelante, sino todo lo contrario, un motivo para sobresalir, además explicó que sólo terminó el nivel primaria, por lo que comenzó, a trabajar arreglando sillas, vendiendo gelatinas y boleando zapatos hasta convertirse en checador de la ruta 18 de las unidades de transporte público, que corren del metro Olímpica a la Merced, donde duró 18 años y después de ahí lo despidieron a pesar de que no tenía un salario y sólo recibía las dádivas de los choferes.

Rubén señaló que durante varios años también sé dedicó al deporte para discapacitados, conocido como «adaptado», que efectuaba en la clínica 23, ubicada en Eduardo Molina, en los cuales obtuvo más de 60 medallas por sus triunfos en natación,  lanzamiento de disco y jabalina, mismo que dejó al formar un hogar.

«Primero me junté con la que hoy es mi esposa con todas las de la ley, ella María de Lourdes Bravo,  también trabaja, efectúa maquila, y aunque tenemos dos hijos ya mayores, uno que está a punto de culminar sus estudios profesionales en Administración de Empresas y otro ya casado, no estamos acostumbrados a quedarnos sin hacer nada, nos gusta trabajar y porque aún casi no puedo estar de pie, tengo que andar  en una silla de ruedas, sigo con mi vendimia”, indicó Rubén.

Recordó que su discapacidad no la ha tomado en cuenta y que por algunos años también compró distintos tipos de autos, los cuales se utilizaba como taxis para trabajar y sacar adelante a su familia.

«Tengo 3 años sin auto propio, porque como todo se descompusieron y el último que tuve fue un Tsuru, que vendí como chatarra, pero hace apenas 7 meses una señora me dio a trabajar una unidad por las mañanas, aunque sólo por unas horas, porque la verdad la gasolina está muy cara y ya casi no deja ganancia, tuve que hacer unas adecuaciones con unos palos para manubrio, freno y el acelerador, como lo hacía antes, porque para mí nada es imposible de hacer», charló.

Sentado en su vieja silla de ruedas que tiene alrededor de 25 años, misma que maniobra con las manos para recorrer calles, comentó que a consecuencia de una caída que sufrió hace 6 años en las escaleras de su casa, ubicada en calle Sur 2, de la comunidad en mención líneas arriba,  esto le ha impedido mantenerse de pie como antes por lo que la mayor parte del tiempo y con las secuelas de la  polio, se la pasa trabajando sentado.

«La discapacidad nunca lo tomé en cuenta, yo me siento como cualquier persona y me muevo para todos lados, claro que un poco más lento, así voy a los tianguis a vender mis franelas, jergas y trapos, además de las ventas que efectúo por las calles, sé que no saco  mucho, pero con la ayuda del trabajo de mi esposa, ahí la vamos pasando”, platicó sonriendo.

Indicó que a pesar de  contar con una discapacidad, no cuenta con ninguno de los apoyos de los programas de gobierno y que inclusive ha efectuado la petición de una silla de ruedas y de unas muletas sin que hasta la fecha nadie le ha hecho caso para que se le otorguen esos beneficios que necesita para seguir su lucha de vida y que debido a que son muy costosos no ha podido comprar por no contar con recursos económicos suficientes.

Siempre motivado y sonriendo recalcó que nada le impedirá seguir con su ardua labor y no pierde las esperanzas de que las autoridades puedan apoyarlo con esos aparatos que necesita para trabajar más cómodamente y sin tener molestias.

 

FacebookTwitterWhatsAppShare
Únete a nuestro canal de Telegram y recibe al momento las noticias más importantes. Entra aquí y suscríbete.

Adblocker detected! Please consider reading this notice.

We've detected that you are using AdBlock Plus or some other adblocking software which is preventing the page from fully loading.

We don't have any banner, Flash, animation, obnoxious sound, or popup ad. We do not implement these annoying types of ads!

We need money to operate the site, and almost all of it comes from our online advertising.

Please add afondoedomex.com to your ad blocking whitelist or disable your adblocking software.

×