En la calle Valle de Umán, en el fraccionamiento Real del Valle, municipio de Acolman, una pequeña carpa blanca rompe el silencio del mediodía.
Ahí, frente a su casa, llegaron los cuerpos de Daniel y Karla, el matrimonio que fue asesinado el pasado lunes por un youtuber conocido como “El Custodio”.
El ambiente es pesado, las lágrimas se mezclan con el enojo y la incredulidad, familiares, vecinos, amigos, compañeros de trabajo y sus hijos los reciben con flores, veladoras y un dolor que no cabe en el pecho.
A las 12:40 del día los féretros fueron colocados en el centro de la carpa. Desde entonces, no ha faltado quien se acerque a rezar, a dejar una flor o simplemente a mirarlos por última vez.
Daniel y Karla serán velados aquí, en el lugar donde comenzaron su historia y donde ahora termina juntos, como siempre lo prometieron.
Le sobreviven cuatro hijos, pero rodeados del cariño de su familia, de los vecinos y de los choferes de la ruta San Pedro–Santa Clara, quienes se han unido para apoyarlos en medio de la tragedia.
Entre ellos, su hija mayor, con la voz quebrada, pide justicia: “Mis papás solo se dedicaban a trabajar. No se metían con nadie. Eran tranquilos… no merecían morir así.”
Su mirada se pierde mientras recuerda el día del ataque, la llamada que cambió su vida y la rabia de saber que sus hermanos quedaron huérfanos por culpa de un hombre “que no tenía piedad, que estaba mal, que peleaba con todo el mundo”.
La joven también pide justicia para Omar, el joven taquero que murió al intentar defender a la pareja, dejó a dos niñas sin su padre, pero con el orgullo de haber sido un hombre valiente.
Hoy, el barrio entero los despide entre rezos y velas encendidas, la noche caerá sobre Real del Valle, pero la exigencia seguirá viva: que haya justicia para Daniel, Karla y Omar.
