EVITA SORPRESAS: CONOCE LOS IMPUESTOS ASOCIADOS A LOS PREMIOS

Pocas veces se da el caso de que un impuesto sea desestimado o que disminuya su valor. De hecho, los impuestos suelen aumentar año tras año para diferentes áreas. De cualquier manera, con el cambio de año suelen tomarse decisiones al respecto si no se han tomado anteriormente, por lo que es recomendable permanecer alerta. En ocasiones serán descontados directamente de nuestras operaciones, y otras veces deberemos tomar la iniciativa para realizar el pago de los mismos.

En el caso de los premios de lotería, el total de impuestos sobre el premio obtenido alcanza en México un 7%; a saber, un 1% iría destinado como impuesto federal y el 6% restante correspondería al impuesto estatal. Por tanto, aquellos que tras comprobar los resultados obtuviesen un premio gordo en fechas navideñas deben saber que no podrán quedarse con el importe total del mismo. Eso sí, aquellos que sólo tuvieron la suerte de acceder al reintegro estarán exentos de abonar dichos impuestos.

Algo parecido sucede en España, donde este último año se ha decidido que los beneficiaros de premios inferiores a 10.000 euros no pagarán impuestos. Eso sí, superada esta cuantía, el porcentaje destinado a Hacienda es sensiblemente superior al que se abonaría en nuestro país: los españoles deberán desprenderse de un 20% del importe que originalmente percibirían por un premio “gordo”. México se coloca, de hecho, entre los países en los que menos impuestos se pagan por premios, y de hecho, aunque en casi todos los estados del país el porcentaje es el citado 7%, algunos estados contemplan impuestos ligeramente inferiores, siendo Puebla con un 1% total y Zacatecas con un 2,65% en los que menos se debe descontar del total del premio.

Lo que también debemos tener en cuenta, sobre todo ahora que accedemos a loterías de otros países a través de internet, es que los impuestos a pagar serán los asociados a la nacionalidad del premio. Por ejemplo, de ganar una lotería estadounidense un jugador desde México, no se descontaría un 7%, sino el 30% que aplica Estados Unidos a los jugadores no estadounidenses, un dato a tener en cuenta para no llevarse sorpresas de última hora.