Gina era una mujer alegre, caritativa y a punto de estudiar la licenciatura en Derecho, sueños que le truncaron porque en pleno «DÃa de las Madres» fue asesinada por su pareja con el que tenÃa unos meses viviendo y se encuentra prófugo de la justicia.
Georgina Escamilla Pérez, de 25 años era madre de dos menores, a los que amaba y le gustaba hacer obras de caridad.
Adriana su hermana dio a conocer que Gina era una mujer alegre y muy caritativa, por lo que continuamente daba de comer a migrantes en el estado de Hidalgo lugar donde vivÃa.
Además de que también repartÃa comida afuera del hospital regional de Tula, acciones que realizaba de corazón desde hace mucho tiempo.
Gina como la llamaban, quien era amorosa con sus hijos por los que se desvivÃa, también anhelaba crecer profesionalmente y por eso se habÃa inscrito a la Universidad Interamericana para el Desarrollo (UNID), para estudiar la licenciatura en Derecho.
Sin embargo su vida de Georgina cambio al conocer a Enrique EnrÃquez GarcÃa alias «San Bernardo», con quién inicio una relación que duró tres meses y al terminarlo se la llevó por la fuerza a vivir a casa de la que serÃa su suegra ubicada en la colonia Rancho Victoria 2, donde comenzó su pesadilla al sufrir violencia intrafamiliar.
Casa de donde salieron el dÃa 10 de mayo en el año en curso y al llegar a la calle de Jesús Arriaga esquina con Colosio, Enrique enloqueció y la asesinó a puñaladas, crimen que fue captado por cámaras de vigilancia de la comunidad Luis Donaldo Colosio.
Sus hijos que afortunadamente se encontraban con la abuela materna, dijo Adriana la esperaban para festejar el dÃa de las madres, pero nunca llegó.
Familiares recibieron la trágica noticia que los desmoronó al saber que Gina habÃa sido asesinada por el hombre al que casi no conocÃan y que tras cometer el feminicidio habÃa emprendido huida.
Ante la apatÃa de las autoridades que no han tomado interés al caso y el feminicida que tras el asesinato de Georgina supieron estuvo recluido en el penal de Chiconautla por el delito de robo sigue libre.
A más de cuatro meses del trágico feminicidio familiares aseguraron que no dejarán que el asesinato de Gina quedé impune y lucharán para que las autoridades realicen su trabajo y logren la captura del criminal.