Hanna Haromi, de cuatro años de edad, no estaba registrada y al parecer su madre la arrojó a un barranco por negarse a comer huevo con frijoles; la menor estuvo casi dos semanas hospitalizada, hasta que murió.

En México, en lo que va del año, 39 niñas de entre 0 y 14 años de edad murieron a causa de lesiones provocadas por sus propios padres.

El pasado 18 de junio, la Fiscalía de Justicia del Estado de México informó la detención de Erika Berenice “N”, por su probable relación con la muerte de su hija de cuatro años de edad, quien presentaba golpes en diversas partes del cuerpo.

La institución detalló que el pasado 1 de junio la mujer llevó a la niña al hospital “Vicente Villada”, ubicado en Cuautitlán, donde dijo que a la menor le cayó una maceta, lo que le provocó lesiones.

La Fiscalía mexiquense, al detectar contradicciones, detuvo a la mujer por su probable participación en las lesiones que tenía la niña y fue ingresada al penal de Cuautitlán, donde un juez de control conoció del asunto.

Reportes indican que la menor presentaba síndrome de niño maltratado y al parecer el pasado 1 de junio Erika Berenice la arrojó a un barranco porque no quiso comer huevo con frijoles.

La madre llevó a la niña al hospital “Vicente Villada”, quien quedó hospitalizada con el nombre de su hermana Luna “N”; la mujer argumentó que a la niña le cayó una maceta.

La menor era llamada por su familia como Hanna Haromi, pues no fue registrada y no tenía nombre oficial.

En el hospital los médicos dudaron de la versión de la mujer, quienes consideraron que ese tipo de lesiones no fueron hechas por la caída de una maceta.

El pasado 7 de junio médicos de dicho hospital determinaron muerte cerebral de la menor, quien finalmente murió el pasado 15 de junio, por las lesiones recibidas.

La mujer permanece en el penal de Cuautitlán, donde un juez determinará su situación legal.