“Era como una madre”, dicen devotos del templo de la Santa Muerte ubicado en Tultitlán, quienes dieron el último adiós a Enriqueta Vargas Ortiz, la Madrina Enriqueta.
Complicaciones de salud, que terminaron en neumonía, fueron las causas de la muerte de Enriqueta Vargas, lideresa del templo a la Santa Muerte Internacional, ubicado a un costado de la vía López Portillo, colonia San Mateo Cuautepec, en Tultitlán.
La Madrina Enriqueta fue velada a un costado de la Santa Muerte de 22 metros de altura.
La imagen fue creada por hijo Jonathan Legaria Vargas, fundador del templo de Tultitlán, quien fue asesinado con disparos de arma de fuego el 31 de julio del 2007, cuando circulaba en su camioneta en la vía López Portillo, a la altura de la colonia Guadalupe Victoria, en Ecatepec.
Tras la muerte de Jonathan Legaria, también conocido como Comandante Pantera o Padrino Endoque, la Madrina Enriqueta se hizo cargo del templo y mantuvo a los devotos del culto unidos.
“Ella ya estaba mal, ya no podía respirar”, relató Cristel Legaria Vargas, hija de Enriqueta Vargas.
Cristel y su hermana Ana Laura se harán cargo del templo a la Santa Muerte de Tultitlán, que a la semana es visitado por alrededor de 500 personas, muchas de ellas familias.
El cuerpo de la Madrina Enriqueta fue trasladado esta tarde al cementerio Jardines del Recuerdo, ubicado en Tlalnepantla, donde será velado y mañana será sepultado.