Con un dron equipado con altavoces, un joven fue convencido de no arrojarse desde lo alto de una torre de energía eléctrica en Atizapán.
Los hechos grabados por diversos testigos, así como el propio dron, muestran los momentos en el que el joven Francisco se encontraba a más de 40 metros de altura, sentado en la orilla de un brazo de la estructura metálica.
Ahí, amenazaba con quitarse la vida ya que argumentaba tener muchos problemas.
Fue a la llegada del equipo especial, encabezado por el jefe de la policía municipal, Fabián Gómez, que utilizaron el dron para elevarlo y grabar al joven, quien al mismo tiempo escuchaba la voz del mando policiaco quien trataba de convencerlo de bajar.
Fue minutos después que un amigo del joven llegó y pidió hablar, por lo que el propio Francisco autorizó el apoyo y bajó de la torre para ser atendido por especialistas ante la mirada de decenas de personas.
El joven fue llevado en buen estado de salud a la fiscalía para ser atendido.