La ineficacia de las autoridades tiene a los niños sin clases.

TOLUCA, Méx.- 7 DE SEPTIEMBRE DE 2016.- Dylan, de cinco años de edad, ha tomado clases en grupos con cerca de 40 compañeros, incluso su madre se ha convertido en su maestra al dejarle actividades y ejercicios ante la falta de profesores en el jardín de niños donde fue inscrito.

El pequeño forma parte de la matrícula de alumnos del Centro de Educación Preescolar Indígena Gustavo Baz Prada, ubicado en la comunidad de San Diego de los Padres, en la zona norte del municipio, una de las más olvidadas y con mayor rezago, la cual sufre la falta de docentes.

Al igual que otros compañeros, ha acudido en las últimas tres semanas con la incertidumbre de ser recibido en otro grupo, donde relata la madre que existe sobrecupo de niños, mientras que su salón se encuentra cerrado por la falta de catedráticos ante la ineptitud de las autoridades educativas.

María López, madre del menor, relató que desde el primer día del ciclo escolar, al menos un par de salones carecen de profesor, sus hijos han tenido que suspender su formación académica, con suerte algunos días ha tomado clases pero en grupos llenos, incluso rebasando el estándar.

“Mi mamá me ayuda a escribir mi nombre y ponérselos a los animalitos”, indicó Dylan, que cursa el segundo año de nivel preescolar, mientras, su mamá dice que esto lo hace para que no se atrase y ocurra lo mismo de la generación pasada, cuando muchos salieron sin saber casi nada.

El plantel educativo con cerca de una década en funcionamiento debería brindar clase en otomí, sin embargo, tampoco lo hace ya que los profesores que están no saben esa lengua, ante la sobrepoblación en las aulas muchos de los pequeños se tienen que regresar a sus casas.

La mamá, al igual que un grupo de personas, exigen a la autoridades resolver el problema, ya que tienen miedo de que sigan perdiendo clases, lo que perjudicará en un futuro su aprendizaje, por ello reunieron firmas para llevarlas a la supervisión regional a entregarlas para pedir solución.

Asegura que ha tenido que pedir tips o material a los profesores para que en su domicilio pueda darle clases; dice que teme a que salga de este nivel sin conocimientos, “en el ciclo pasado, un mes antes de salir, empezaron las clases solo para mantener el registro, pero no sabían leer ni escribir”, indicó.

Dijo que al no contar con un plan de estudios solo le deja hacer planas o dibujos durante una hora para que tenga algo que hacer relacionado con su escuela y evitar su rezago como pasa con al menos 71 niños de dos salones de segundo grado que están sin clases por no tener maestros.