«No estamos seguros y vivimos con miedo al salir a la calle, todos hemos sido víctimas, ya basta», el que habla es un joven que pide justicia por su amigo asesinado hace una semana a bordo del transporte público.

El estudiante no exagera sobre la realidad que vive el estado de México en el tema de inseguridad, a diario se registran asaltos, homicidios, violaciones, feminicidios y otros delitos enumerados en la lista de alto impacto.

Un grupo de alumnos acudió a la Fiscalía General de Justicia del Estado de México para exigir un alto a la ola de violencia y dar con los homicidas de Ricardo Alejandro, ocurrido hace una semana.

La manifestación convocada en redes sociales no tuvo mucha respuesta, al igual que los  avances en las investigaciones, solo se sabe de un retrato hablado hecho con lo declarado por el chófer, pero nadie lo conoce.

A la falta de eco se suma el clima gélido con el que amanece el martes, en ese panorama adverso, Eduardo Montes, padre de la víctima, pide no se le dé carpetazo al caso de su único hijo; no hay pistas de los homicidas.

La ausencia es su motor para pedir castigo en una entidad acostumbrada a los casos de impunidad, no existe un sospechoso real del caso, al menos eso evidencia la nula comunicación de la Fiscalía con su persona.

En su dolor pide que los autobuses tengan las medidas de seguridad, si esas que en los eventos oficiales se prometen, botones de pánico, cámaras o GPS para evitar que más familias sean destruidas durante un asalto.

Lo acompaña un integrante de un colectivo a entregar un oficio para pedir celeridad en las indagatorias, ha pasado  los siete días más complicados de su vida, la muerte de su hijo y falta de trabajo de autoridades.

Hasta el momento, autoridades de justicia ni la Secretaría de Movilidad se han acercado para ofrecerle al menos apoyo moral, el crimen del estudiante de Ingeniería ha evidenciado la violencia que existe en la entidad.

«La inseguridad en el transporte público es alarmante, mi hijo fue asesinado, solo pido justicia y que la pena que me embarga no la vuelva a vivir nadie más, que las unidades cumplan con seguridad», insiste el papá.

Las estadísticas ubican a la entidad como la más peligrosa a bordo de un camión de pasajeros más 5 mil asaltos denunciados ante el Ministerio Público durante los primeros siete meses del año.