Eugenia Machuca Campos no fue atropellada, fue víctima de un feminicidio, advierte su hermana Elizabeth luego de que el Ministerio Público ha reclasificado su caso a un homicidio calificado agravado.
A casi dos años de lucha, el calvario para la familia no termina, no solo perdieron a una hija, han aguantado malos tratos, desinterés y revictimización de las autoridades, la integración del expediente ha estado llenó de irregularidades.
El 28 de octubre de 2017, la madre de tres hijos apareció junto a un río en el municipio de Ocoyoacac, presentaba diversas lesiones producidas por golpes, salió con unos amigos a divertirse luego del trabajo.
Grave, la mujer fue llevada a un hospital, en Toluca, donde, horas más tarde, murió, en un principio la Fiscalía General de Justicia del Estado de México dijo que fue víctima de un hecho de tránsito, había sido arrollada.
Desde ahí, iniciaron las anomalías ya que a pesar de ser asesinada, en la carpeta de investigación iniciada se asentó que la causa de muerte fue un accidente vehicular, entorpeciendo las indagatorias del caso.
Tras su muerte, Liz se propuso buscar la justicia para su hermana menor, sin embargo, ha batallado con la impunidad, saca fuerzas para no claudicar y hacerle ver a las autoridades que se trató de un feminicidio.
«Me dicen que la dejé descansar, que estoy enferma, pero no estaré en paz hasta que el agresor reciba una sentencia justa, por lo que hizo, ella haría lo mismo por mi, no descansaré hasta lograrlo», insiste.
La tragedia
Ese día, Eugenia asistió a un bar ubicado en el centro del municipio con algunas compañeras luego de concluir su jornada laboral en un taller de costura, la idea era convivir un par de horas y después volver a su casa.
Sin embargo, el destino tenía otros planes y la tragedia empezó cuando le robaron su bolso con sus pertenencias, se llevaron su celular como dinero no pudo regresar como pensaba, un conocido se ofreció a llevarla.
Salieron después de la medianoche del JB un lugar conocido entre los pobladores, por la madrugada fue encontrada, a corta distancia del lugar, estaba inconsciente con heridas en la cabeza había sido golpeada.
Los paramédicos que llegaron a auxiliarla la canalizaron al Adolfo López Mateos, fue atendida, incluso tuvo que ser operada pero no resistió y murió, nadie sabía su identidad, peritos la llevaron hasta el Semefo.
La familia al no tener noticias empezaron a buscarla, acudieron a levantar una denuncia, ahí la primera respuesta fue que esperaran quizás se había ido con alguien, siguieron preguntando por ella, sin éxito.
En el Ministerio Público alguien les comentó que un cuerpo con su media filiación había sido levantada en Toluca, se les erizó la piel, al llegar, el miedo les impidió reconocer que aquellos restos eran de quien estaban buscaban.
Elizabeth lleva 24 meses aferrándome a la memoria de su única hermana para buscar la verdad, ha soportado que le digan que estaba de fiesta y había tomado alcohol, hasta de sus preferencias sexuales.
El culpable
Liz y sus familiares se han encargado de reunir todas las pruebas para que su caso fuera clasificado como un feminicidio, además, entrevistaron testigos, pidieron videos para demostrar que había un responsable.
Por días realizaron el trabajo que no hizo el Ministerio Público, dieron con el principal sospechoso y fue detenido meses después, sin embargo, el juicio que enfrenta nuevamente se modificó el tipo de delito.
José Ricardo se encuentra en un penal de Lerma a la espera de que el proceso concluya, para recibir sentencia, el lunes será una de las últimas audiencias pero con el cambio temen pueda alcanzar su libertad.
Argumentan el asesinato de Eugenia cumple con las agravantes de violencia de género fue abandonada en la vía pública y agredida por una persona que la conocía, esperan no exista impunidad en su caso.
Advierten para las autoridades en mejor decir que se trató de un homicidios que un feminicidio para evitar engrosar las cifras de la violencia que viven las mujeres en el Estado de México durante los últimos años.