«Yo no puedo morirme hasta que lo agarren», mencionó Leticia, quien sufrió el feminicidio de su hija y ahora no solo busca justicia, sino lucha por salvarle un ojo a su nieta que sobrevivió al ataque, pero quedó con secuelas.
Linda Esmeralda tenía 19 años de edad, quería recibirse como licenciada en Informática y después estudiar para ser Aeromoza, fue golpeada y apuñalada hasta la muerte por el hombre que decía amarla.
El 17 de agosto de 2014, la madre presintió que algo no andaba bien en la casa donde su pequeña vivía, en el municipio de Tlalnepantla, con un hombre siete años mayor que ella, el mal augurio hizo salir a buscarla.
Al llegar encontró la vivienda cerrada, pero al interior escuchó ruido y con ayuda de un hermano entraron por una ventana, localizándolas inconscientes, la bebé agonizaba debido a las lesiones.
Ambas fueron trasladadas a hospitales, su hija no resistió, mientras la niña fue diagnosticada con muerte cerebral, el pronóstico no era alentador, estaba en estado delicado, pese a todo reaccionó favorablemente.
«Su pareja la golpeó y la mató, él se fue, yo lo único que pido es que lo agarren, ya cinco años a pesar de que fue girada una orden de aprehensión en su contra, mi nieta de milagro vive, le perforó un pulmón», recuerda.
Testimonios y pruebas incriminaron a Juan Carlos Pérez García en el delito, lo que obligó a las autoridades de justicia a girar una orden de aprehensión en su contra, ha pasado casi un lustro, pero sigue prófugo.
Sin embargo, sigue libre, su nieta se ha convertido en su motor y fortaleza para seguir buscando castigo para quien le arrebató a uno de sus cinco hijos, a quien recuerda como una muchacha alegre que quería superarse.
«¿Cuánto tiempo tengo que seguir esperando?», dijo la madre.
La mamá ha recorrido los Ministerios Públicos durante los últimos 50 meses en busca de justicia, pero solo ha encontrado omisiones, negligencia e indiferencia por el personal que lleva su caso que no ha tenido ningún avance.
«Señora, ¿ve todo este bonche de expedientes que tenemos? Algunos tienen más de once años, así que espere», es una de las respuestas que ha encontrado al acudir a pedir alguna novedad de la carpeta de investigación.
La familia entregó pruebas, direcciones y todo tipo de detalles, incluso los padres del responsable declararon que su hijo había cometido el asesinato, dice fue con excesiva saña, pero se pregunta cuál fue el motivo.
Leticia viajó a Toluca junto con su nieta, quien se ha convertido en su hija, la idea es exponerle al fiscal Alejandro Gómez su problema, para atenderlo y obtener resultados que la familia necesita para hacerlo más llevadero.
«Ella -niña- nos ha ayudado a amortiguar el dolor, para ella soy su mamá», finalizó la mujer en el acceso principal de la Fiscalía, mientras las lágrimas salen al invadirla la nostalgia tras mostrar la fotografía de Linda.