TOLUCA, Méx.-25 DICIEMBRE 2016.-“Mi hija me ha pedido que la deje ir con Dios”, pero mientras pueda seguiré luchando por salvarle la vida, relató la madre de Janeth de 13 años de edad, quien lleva poco más de ocho años en espera de poder recibir un trasplante de riñón.

Las enfermedades no entienden de fechas ni celebraciones, por eso, la familia originaria de San Cristóbal Huichochitlán en la zona norte de la capital mexiquense tendrá que pasar la noche buena, incluso la Navidad en un hospital como parte del tratamiento de una de sus gemelas.

Cuando tenía cinco años, le fue diagnosticada una enfermedad que al paso del tiempo fue avanzando al grado de tener que necesitar una operación, sin embargo, hasta el momento no ha habido donante lo que impide a la menor una vida normal incluso su desarrollo físico es lento.

La mamá tiene que llevarla de forma frecuente al Hospital del Niño para los estudios y las diálisis que deben realizarle para limpiar su organismo, el teme económico es el principal obstáculo para los padres de Janeth, ella trabaja en un pequeño taller de fabricación de peluches.

“Yo tengo que trabajar para comprar sus medicamentos, a veces nos ayudan pero luego no tenemos son muy caros, hubo un tiempo que dejamos de dárselos porque no había dinero para comprarlos, fue cuando se vino abajo todo se puso mal mi niña”, recordó cabizbaja la madre.

Anhela el mayor regalo para su hija sea un trasplante de órgano, al padecer diabetes junto con su esposo no son aptos para que sean donantes, esperan llegue antes de que sea muy tarde pues saben la lista de espera es gigante de personas que están en una condición similar.

Janeth es una las de muchas menores que pasaran estos días decembrinos en una cama de una clínica, mientras la familia espera buenas noticias sobre sus estados de salud en la entrada cobijados por la esperanza y calor de otras personas que aguardan sin importar el frío.

Con lágrimas en los ojos, Carlos carga una cobija mientras se abraza con su esposa, su hijo lleva unas horas internado al ser diagnosticado con una hernia, esperan que sus familiares originarios de Santiago Tianguistenco lleguen para hacer más ameno el mal momento que viven.

Tiene claro que en esta ocasión no habrá cena en casa este día tan especial y significativo en los hogares, sin embargo, los más importante que su pequeño pueda superar su mal ya habrá tiempo para festejar como cada año habían acostumbrado sabe que la salud es lo más importante.