El feminismo volvió a salir a las calles de la capital del Estado de México con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, además, para pedir una vida libre de las agresiones machistas.

Los colectivos se dividieron y salieron de varios puntos para recordar el «25N» pero las marchas tenían un mismo objetivo la protección para ellas, en la entidad más peligrosa del país para las personas del sexo femenino.

El punto de reunión final fue la explanada de la Plaza de los Mártires donde hicieron sus performance y mitin para exponer sus peticiones a su paso algunos contingentes realizaron pintas y rompieron vidrios de edificios públicos.

A los inmuebles de los tres ordenes de gobierno les colocaron vallas y policías para evitar daños; sin embargo, un grupo radical acudió a la iglesia de la Santa Veracruz empezando a vandalizar el templo.

Eso derivó que personas empezaran a reclamarles dándose un altercado en el participaron policías, fueron lanzadas piedras y otros objetos, también se hizo uso de gas pimienta para dispersar a las manifestantes.

En los empujones, al menos cinco mujeres resultaron lesionadas, entre ellas, una policía y dos periodistas que cubrían la movilización, por lo que tuvieron que ser trasladadas a un hospital para ser atendidas.