TOLUCA, Méx.- 4 DE OCTUBRE DE 2016.- Un accidente automovilístico dejó atada a una silla de ruedas a Laura, tras sufrir una lesión en la médula espinal, a cinco años del percance ha podido valerse por sí misma, su preocupación no es no poder caminar sino perder la guardia y custodia de su hija, está en juicio.

Abogada de profesión, la mujer originaria de la colonia Alpinismo en la zona conurbada de la ciudad, relató que contrario a lo que pudiera pensarse, ha desarrollado una vida normal, muestra de ello es que ha sido independiente, trabaja, atiende las labores del hogar y es madre, pero su ex esposo busca quitarle a su pequeña.

La fractura en la columna no la limitó ni hundió en la depresión, para atender las necesidades de su menor de diez años, adaptó un vehículo que le permite moverse para ir a recogerla a la escuela, asistir a sus juntas, llevarla a pasear, ir al súper y acudir a la Junta local de Conciliación y Arbitraje donde labora.

“Caminar no me preocupa, lo que sí, es que desde hace un año, mi ex esposo me demandó la guardia y custodia de mi hija, eso sí me preocupa, porque la demanda es por estar en una silla de ruedas, es preocupante y ahorita estamos en una situación legal, he demostrado que puedo valerme solita”, indicó.

Por su problema físico adaptó un “moto carro” para recorrer las calles de la capital mexiquense y municipios aledaños para demostrar que la vida no la cambio pero sí tuvo que modificar sus rutinas, pero esto no le impide criar y cuidar a Allison, quien lleva una vida normal, incluso es alumna destacada en su escuela.

En una visita a la ciudad de Mérida, le surgió la idea de crear un automóvil en el que pudiera moverse para atender sus necesidades, después de un año de ajustes y cambios e invertir cerca de cien mil pesos, quedó concluida la unidad que le permite viajar acompañada con la menor de forma segura y eficiente.

Recuerda que al principio fue difícil asimilar el escenario tras sufrir el percance junto con un compañero de trabajo, pero su dificultad le hizo adaptarse, “te das cuenta que a lo mejor no puedes usar tus piernas pero sí puedes desarrollar otros capacidades”, indicó mientras demostraba como sube a su vehículo.

Ahora su carro es la sensación entre los conductores cuando la miran circular, sobre todo por Toluca o Metepec, pues no falta quien le pida una foto, le gritan felicidades y hasta aplauden por la iniciativa y ganas de salir adelante, siempre con el afán de ser una mamá normal como todas las compañeras de su niña.

Laura precisó que desde hace casi un año a diario se mueve por toda la ciudad, lleva a Allison a sus clases de taekwondo o alguna otra actividad, van juntas a realizar la despensa de la semana su única limitante es que por su problema físico pueda perderla a pesar de tener la capacidad para verla por su vida.

Pese a la mala fama de los chóferes del transporte público, son quienes mayor respeto tienen al observar su automóvil con la placa de discapacidad que va colgado en su estructura de color rosa, ya que le permiten el paso, incluso algunos la escoltan para evitar que sufra algún percance junto con su hija.