El 15 de septiembre de 2021, mientras arreglaba los últimos detalles para celebrar la noche mexicana con su familia en la colonia Ejidal Emiliano Zapata, en Ecatepec, Francisco Hernández García jamás imaginó que se convertiría en una víctima más de abuso de autoridad, corrupción e impunidad en el Edomex.
Ese día, Francisco salió a bordo de su Chevrolet Cruze plata para hacer unas compras, en el camino adquirió una caja de crema que unos hombres ofrecían a bajo precio cerca de su domicilio, al regresar y comenzar a descargar sus cosas, un grupo de policías de los sectores 9 y 12 lo interceptó sin explicación alguna.
Sin mediar palabra, los elementos lo sometieron a golpes, Francisco intentó refugiarse en el patio de su casa, pero fue alcanzado, golpeado, sometido con una llave china y dejado inconsciente, acusado de un delito que no cometió “fraude genérico”.
A pesar de las graves lesiones en rostro, cabeza y cuerpo, los uniformados lo detuvieron junto con su esposa, vecinos y familiares intentaron intervenir, pero la detención arbitraria se consumó.
El delito, según quedó demostrado, había sido fabricado, un comerciante de la Central de Abasto había reportado un fraude cometido por hombres que viajaban en una camioneta y que, presuntamente, habían huido hacia la colonia Emiliano Zapata. Francisco, de tez morena, corpulento y tatuado, descargando objetos de su auto, fue el blanco perfecto para presentarlo como “el culpable”.
La golpiza fue tan brutal que el Ministerio Público se negó a recibirlo, los policías se vieron obligados a llevarlo al hospital, prácticamente moribundo.
Su esposa también fue detenida y para liberarla los elementos exigieron 45 mil pesos, amenazándola con presentarla como cómplice, la familia desesperada pagó; Paco finalmente quedó libre de cargos.
Siguieron tres meses de recuperación sin poder trabajar en su negocio de venta de llantas, posteriormente acudió a la Fiscalía Especializada en Servidores Públicos para denunciar robo, lesiones, secuestro, extorsión y otros delitos cometidos por los policías.
Tres elementos de la policía municipal de Ecatepec fueron identificados y señalados, se inició un proceso judicial en su contra, pero todos enfrentaron el juicio en libertad, con el paso del tiempo las audiencias fueron aplazadas una y otra vez por la ausencia de los imputados, de sus abogados o por motivos que el juez aceptó sin objeciones.
El caso quedó en manos del juez de control Eduardo Sánchez Espinoza, señalado no solo por Francisco, sino por otras víctimas de actuar en favor de agresores, desechar pruebas y fallar fuera del marco legal, un antecedente es el caso de la señora Celia, en Tulpetlac, cuyo hijo y nuera fueron asesinados; el responsable hoy está libre a pesar de todas las pruebas en su contra.
En el caso de Francisco, el juez dictó una sentencia mínima, dos años de prisión bajo libertad condicional y una multa económica, a pesar de las agravantes y del cúmulo de delitos imputados a los policías.
Aun así, Francisco no se rinde, y con el apoyo de su abogado apelará la sentencia con la esperanza de que se haga justicia y se ponga fin a las malas prácticas dentro del sistema judicial y policial mexiquense.
