Clientes se quedan toda la noche en Bodega Aurrerá para que les vendan pantallas a 5 centavos

MELCHOR OCAMPO, Méx.- 20 DE NOVIEMBRE DE 2017.- Ocho clientes de la Bodega Aurrerá del pueblo de Visitación, en este municipio, aguardaron más de 16 horas para que les cobraran pantallas de televisión y lavadoras, cuyos precios en etiquetas eran de 50 y 80 centavos, respectivamente.

Alrededor de las 20:00 horas de ayer, consumidores se percataron que las etiquetas tenían un punto antes de los precios, por lo que una pantalla de televisión de 39 pulgadas tenía precio de $.4,990 pesos y una lavadora $ .6,289 pesos.

Por ello, los clientes esperaron que encargados del establecimiento respetaran los precios de las etiquetas, aunque finalmente personal de la Procuraduría Federal de Consumidor (Profeco) les pidió vía telefónica presentar la queja correspondiente y desalojar la tienda.

“Ayer a las ocho de la noche uno vino a hacer sus compras normal. Nos pusimos a ver los aparatos electrónicos y nos percatamos que una lavadora venía .8 centavos, no recuerdo la cantidad exacta”, relató Juana Hernández Ávila.

Agregó: “Iba pasando el gerente, mi yerno se le acercó y le dijo ‘yo quiero esa lavadora’. Lo único que hizo (el gerente) fue arrebatar el precio y darse la vuelta e irse. Su mamá venía con él y ve que las televisiones también, agarra unas televisiones y más gente se empieza a dar cuenta, empieza a agarrar televisiones, se acercan a la caja para que les cobren y cierran la caja y se dan la vuelta, sin explicación de por qué y nada”.

La citada bodega Aurrerá se ubica en la carretera Melchor Ocampo-Zumpango, en el pueblo de Visitación, en Melchor Ocampo.

Los afectados relataron que personal de la tienda les explicó que se trató de un error y el encargado del lugar les pidió retirarse. Pero ellos exigieron que les cobraran el precio señalado en las etiquetas.

Añadieron que al parecer los errores estaban en los precios de toda la tienda, por lo que personal del lugar empezó a quitar las etiquetas a la mercancía y durante la noche las sustituyeron.

Afirmaron que esperaron ser atendidos y a las 3:00 horas de hoy fueron cerrados los sanitarios de la tienda y los encargados prohibieron que les pasaran alimentos.

El establecimiento permaneció cerrado al público la mañana de hoy y vigilantes del lugar custodiaron una de las dos puertas principales, quienes informaban a los clientes que no había servicio por el momento.

Los clientes pidieron ayuda a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), aunque ningún empleado de la misma acudió a la tienda y fueron atendidos vía telefónica por una mujer, que les solicitó iniciar la queja correspondiente, presentar pruebas y retirarse del establecimiento, pues los encargados podrían iniciar alguna denuncia en su contra.

A las 12:45 horas de hoy los ocho consumidores salieron del establecimiento, quienes analizan presentar la queja correspondiente ante la Profeco.

“Nosotros venimos a estas tiendas departamentales para aprovechar las ofertas que nos ofrecen, no las puse yo. Venimos a aprovechar las ofertas del Buen Fin, fue un error, lo siento de verdad. Lo único que queremos es que ya nos cobren y nos dejen ir con los productos que nosotros vamos a pagarles, al precio que ellos pusieron”, expresó Hernández Ávila.

Agregó que esperaron tantas horas porque supuestamente se iban a respetar los precios ofrecidos durante el Buen Fin, lo que en este caso no ocurrió y no hubo ninguna autoridad federal que interviniera y obligara a la empresa a cumplir con sus ofrecimientos.

Otro cliente relató que les informaron “que se tenía que hacer una demanda formal y que se tenían que presentar las pruebas y que  nos teníamos que retirar de la sucursal, que no tenía caso que estuviéramos aquí. Que no van a venir los de Profeco”.

Concluyó: “El dinero mueve. Esperábamos más de Profeco, que viniera y tomara cartas en el asunto, lo cual  todo fue vía telefónica, no sabemos con quién habló Profeco, si realmente habló, si llegaron a un acuerdo o no. El consumidor no vale para esto. Los malos tratos, desde ayer la discriminación, de no te vamos a vender y no te vamos a vender y por favor retírate porque ya vamos a cerrar”.