ECATEPEC, Méx.- Hace nueve años y a tan solo unas semanas de que cumpliera sus 15, Selena Giselle misteriosamente desapareció sin dejar rastro, cuando iba rumbo a la secundaria donde estudiaba en la colonia Santa María Tulpetlac.

La vida de Guillermina, se volvió una pesadilla luego de que el 29 de abril del 2010, la menor de sus tres hijos, Selene Giselle Delgado Hernández, desapareciera a tan solo unas calles de su domicilio.

La estudiante de 14 años y que estaba a tan solo veinte días de cumplir sus 15, se dirigía a la secundaria «Luis Donaldo Colosio Murrieta» a donde ya nunca llegó.

Su madre se preocupó al llegar en la noche de trabajar y no encontrar a su hija que vestía pants gris con franjas color guinda, playera y tenis blancos, el uniforme deportivo de la institución educativa, lo que provocó su preocupación, debido a que si pequeña siempre le avisaba y pedía permiso en caso de ir algún lugar.

Salió a la calle a buscarla y se dirigió a la escuela, pero ya estaba cerrada y fue imposible localizarla porque ya era tarde.

Sin embargo, regresó a su domicilio con la esperanza de que Selena apareciera en el transcurso de la noche.

Por lo que al día siguiente, nuevamente comenzó la búsqueda y supo que no había entrado a clases y desapareció en el transcurso de su casa a la secundaria.

Al no lograr localizarla, de inmediato se trasladó al Centro de Justicia a efectuar la denuncia por la desaparición, pero en ese momento no recibió buena atención por parte de los servidores públicos.

Angustiada, decidió comenzar a repartir volantes con la fotografía de su hija, quien inmediatamente sospechó de una dentista que tenía un mes atendiendo a su niña.

Esto, dijo, porque la dentista de nombre Belem Monserrat Serrano, que atendía en la escuela odontológica ubicada en San Cristóbal centro, ya en varias ocasiones se había llevado a la menor sin su autorización a antros no propios para menores de edad.

Hechos que agregó en su declaración ante las autoridades, por ser la principal sospechosa de la desaparición de la colegiala.

Durante estos años de martirio para la familia, el expediente pasó por más de seis Ministerios Públicos, pero aunque siguen investigando, han transcurrido 9 años y no hay ninguna pista que ayude a encontrar a Giselle.

Además, recalcó que las autoridades ofrecen una recompensa a quien proporcione información veraz que pueda llevar a su localización y que esperan tenga efectos y de resultados para obtener datos que los ayuden a dar con su paradero.

A pesar del dolor que siente y de todo el sufrimiento que ha atravesado estos años sin saber dónde está su hija que actualmente tiene 24 años, continuará buscándola porque no pierde las esperanzas de encontrarla.

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