“Espere, seguimos investigando el caso”, es la respuesta que Yuri ha recibido durante más de 8 meses por el Ministerio Público que lleva las investigaciones del feminicidio de su madre ocurrido en Tecámac; su pareja se encuentra prófugo.

El 3 de mayo de 2018, Genoveva, de 53 años de edad, fue encontrada asesinada al interior de la vivienda que compartía con un hombre identificado como Enrique, “El Güero,” diez años menor que la mujer, su muerte fue por estrangulamiento, revelaron los estudios periciales.

Ese día, el principal sospechoso salió de la vivienda ubicada en el Fraccionamiento Urbi Villas del Campo, cuando amanecía, horas antes vecinos escucharon una violenta discusión, algo que era frecuente, por la tarde un familiar fue a buscarla y la encontró sin vida.

“A mi mamá la mató él, era el único que estaba con ella”, insiste la hija, sin embargo, ahora nadie sabe sobre su paradero, se dio a la fuga tras los hechos, pese a que existen elementos para detenerlo e iniciar un proceso, las autoridades no han querido girar una orden de aprehensión.

Este martes acudió a la Fiscalía General de Justicia estatal, junto con otras víctimas, para pedir la intervención del titular de la institución, Alejandro Gómez Sánchez, y le ayude a resolver el crimen, también busca evitar que otras familias pacen por el sufrimiento que vive.

Desde primer momento la familia de cuatro hijos creyó que su mamá fue asfixiada por las manos de la persona con la que tenía una relación que duró casi una década, advierten que era violento y en varias ocasiones la golpeó, cuando la localizaron llevaba 14 horas de haber fallecido.

Recuerda que cuando iba a visitarlos, alguna ocasión llegó con moretones en el cuerpo, aunque dijo que se había pegado accidentalmente, trabajaba de checadora en una base de taxis en Tecámac, uno de los municipios más peligrosos para las mujeres, advierten las cifras oficiales.

Yuri recuerda que pese a que era muy reservada con sus cosas, disfrutaba convivir mucho con sus nietos, además, la fascinaba bailar, “la verdad si nos hace falta, ella decía que quizás no era la mejor madre, pero para nosotros sí lo era”, dice mientras la invade la nostalgia y llora.

El feminicidio de Genoveva no se hizo público, en todo este tiempo han batallado no solo con el dolor, sino con la burocracia y sordera de la Fiscalía, ningún avance han recibido en las diligencias, solo malos tratos o falta de sensibilidad pero la fuerza de encontrar justicia la mueve.

“Se van a cumplir nueve meses, siempre que llegamos y preguntamos, no encontramos algo que nos aliente, nada más nos dicen que esperemos y esperemos que están trabajando, pero simplemente no hemos visto algún avance, solo pedimos castigo para el responsable”, insiste.

La mujer viajó de la Ciudad de México donde actualmente vive para tratar de tener una comunicación con el fiscal en unas mesas de trabajo que se realizan con personas que han sufrido la pérdida de una hija, mamá, hermana o familiar y evitar que sea un caso más archivado.

La entidad mexiquense cerró el año pasado en primer lugar nacional en feminicidios con 106 carpetas de investigación por ese delito, además, contabilizó casi 300 homicidios dolosos de mujeres, la cifra más elevada desde que existan registros en la historia del estado.