Denuncian ante la Fiscalía Anticorrupción a policías ministeriales de Naucalpan por extorsión a familia de detenidos que levantaron, torturaron y fabricaron delitos en la autopista del Circuito Exterior Mexiquense, entre los límites de Tultitlán y Tultepec, quienes a dos meses de los hechos siguen sin ser consignados y trabajando de manera normal.

Esto después de que los agentes, adscritos a la FGJEM, en Naucalpan, identificados como Rubí Pérez Paredes, Raúl García López y José Gustavo López Pérez, en complicidad de madrinas que los acompañan, el pasado 24 de septiembre, cerca de las 18:00 horas, detuvieron ilegalmente a dos hombres que viajaban a bordo de un BMW, color gris, esto sin justificación alguna a la altura de la caseta del CEM de Tultepec, donde los ministeriales y sus izquierdos que viajaban en una camioneta Ram blanca, dos autos Charger, uno negro y otro blanco, al verlos en un camino de terracería de frente retornaron para marcarles el alto a las víctimas quienes por miedo siguieron su camino hasta la carretera de cuota.

Por versiones de  testigos, se supo que los agentes rompieron el vidrio del vehículo en el que viajaban los afectados de nombres Eduardo «N», de 33 años, y Lorenzo David «N», de 27,  y los bajaron por la fuerzas del automóvil.

Una de las víctimas fue golpeada y subida a uno de los carros de los elementos de investigación de la Fiscalía y se lo llevaron para seguir con la tortura.

Esto mientras policías estatales escucharon a una de las víctimas que pedía auxilio por secuestro y dieron el cierre al carro donde los ministeriales llevaban al segundo hombre, como se muestra en el video, quienes para verificar los presentaran al MP de Naucalpan, los acompañaron sin dar a conocer el motivo de la detención.

Sin embargo, horas después, alrededor de las 22:30 horas, la esposa y hermana de los detenidos recibió mensajes a través de WhatsApp, donde mostraban las fotografías de la tortura que habían recibido sus familiares.

«Tengo aquí a los putitos de tu esposo y de tu hermano, tráete 50 mil pesos en chinga a la Fiscalía de Naucalpan», fueron las palabras textuales que le dijo la policía de la Fiscalía de nombre Rubí, a Oralia, la esposa y hermana de los detenidos.

La mujer preocupada porque tampoco le habían querido informar el motivo de la detención, juntó el dinero que tenía para invertir en dos micronegocios de su propiedad y se trasladó al MP.

Explicó que ahí la atendió una licenciada de nombre Magaly, quien le dijo que ya sabía a lo que iba, que esperara a que le dieran instrucciones, esto sin saber qué pasaba con su familia, ni el motivo por el que se encontraban presos.

«Un hombre robusto salió de la fiscalía y me pidió que pusiera el dinero envuelto en una bolsa de plástico negra del lado del copiloto de  un auto Charger blanco, con placas  MTH-41-98, que estaba estacionado en la calle», relató.

Indicó que así lo hizo y que minutos después vio cómo los ministeriales que levantaron a sus familiares recogieron el efectivo.

Recordó que pasaron horas y vio a sus familiares que habían sido torturados, los cuales uno de los ministeriales lo acusaba de intento de homicidio, delito que no cometieron y por los que fueron trasladados al Centro de Justicia de Cuautitlán Izcalli donde se integró la carpeta y fueron trasladados el 26 de septiembre al penal de esa jurisdicción.

Fue como se dio cuenta que los ministeriales de Naucalpan, que se dedican a levantar personas en el Circuito Exterior Mexiquense, para fincarles delitos, habían levantado con lujo de violencia a sus familiares a los que golpearon para mostrarle fotos, engañarla y quedarse con el dinero de la extorsión, para luego meterlos presos con una acusación falsa que hizo uno de los propios ministeriales.

Oralia dijo que se dedicó a investigar y recabar las pruebas para demostrar la inocencia de sus seres queridos, quienes no recibieron ninguna atención médica por la tortura que recibieron al ser acusados de un delito que les fabricaron, proceso de averiguaciones en los que comenzó a recibir amenazas e inclusive hasta de muerte para sus hijos, de los propios agentes de la Fiscalía.

Con temor dijo que se presentó a la Fiscalía de Anticorrupción en Toluca, con las pruebas suficientes y denunció a los elementos corruptos por el delito de extorsión, que quedó registrado con la carpeta con NUC:  TOL/CCF/SPO/107/295783/19/10.

Días después, es decir el 21 de octubre, durante una audiencia, un juez reclacificó el delito  de intento de homicidio fabricado y solo fue por lesiones, por lo que a Eduardo y Lorenzo David les otorgaron la libertad a cambio del pago al agente José Gustavo por la reparación de daños que fue de 20 mil pesos.

Reiteró que cuando esperaba afuera del penal a su familia, pensando que se había terminado  el calvario, llegaron policías ministeriales y se los llevaron al reclusorio de Chiconautla, en Ecatepec, acusados de cometer un robo en Tecámac.

Esto aseguró Oralia como represalia de haber denunciado la extorsión de la que fue víctima por los policías de investigación de la Fiscalía de Naucalpan, de quienes continúa recibiendo amenazas de muerte y motivo por el cual tuvo que dejar sus negocios y su hogar, por miedo a que sus hijos sean asesinados por esta banda que en vez de resguardar la seguridad de la ciudadanía, delinquen, secuestran, golpean, fabrican delitos y destruyen hogares.

Refirió que desde el pasado mes de octubre, su marido y su hermano están recluidos en la cárcel de Chiconautla, tras ser vinculados a proceso por el delito de robo a una transeúnte en el centro de Tecámac, acusación que también es falsa debido a que la parte acusadora es amiga de los ministeriales, quienes le pidieron retirar la denuncia en su contra para que sus presos sean dejados en libertad.

«Es mucha impotencia la que siento al saber que la MP de Tecámac que realizó la carpeta por el delito del robo de nombre Carmen Alejandra Lozano Maya, es pareja sentimental del ministerial  José Gustavo López, que los acusó y levantó a mi esposo y a mi hermano, quien ya estuvo detenida por actos de extorsión como servidora pública», narró.

Además, señaló que se sorprendió cuando investigó que ahora en la parte intermedia del proceso  en el área de litigación de Chiconautla,  está la licenciada Alma Angélica,  pareja de Raúl López, otro de los  agentes de Naucalpan que remitieron a sus familiares.

«Me da mucha rabia porque me dicen que  la tipa que acusó de robo a mi esposo y hermano está a las órdenes de ellos, y sé que ya ha participado en acusar a varios inocentes y que hundirá a mis familiares si yo no desisto de la denuncia que realice en agravio de ellos por la extorsión», precisó.

Insistió en que Eduardo y Lorenzo son inocentes y por eso al igual que en el primer delito que les armaron, está recabando pruebas para demostrar que no cometieron ningún robo a cuya parte acusadora le pagaron para culparlos.

Ante esta situación, dijo que teme por su seguridad y por la de toda su familia, esto porque los ministeriales aseguran que no serán consignados por el delito de extorsión del que los acusó, porque presumen ya dieron su mochada para que  pararan  la bronca en contra de ellos.

Por ello, dio a conocer que ha enviado cartas a varias dependencias municipales, estatales y federales,  para pedir que estos corruptos elementos de la FGJEM adscritos a Naucalpan, cuyas pruebas de su culpabilidad  de la extorsión existen en anticorrupción, sean consignados, porque a dos meses siguen laborando de manera normal y cometiendo actos delictivos como han sido señalados también en  redes sociales,  sin que el Fiscal General Alejandro Jaime Gómez tome cartas en el asunto.