El dolor no termina para una madre que no olvida que se cumplieron nueve años del feminicidio de su hija Jessica Lucero, cuyos responsables que le arrebataron la vida cumplen su sentencia en el penal de Chiconautla.

Doña Cruz no olvida el 14 de julio de 2012, fecha que Jessica Lucero Olvera Pérez, de 14 años de edad, fue localizada sin vida en la colonia Xochitenco Tulpetlac.

Día que recalcó cambio su vida y se le acabaron las ilusiones al saber que su hija, la alegría de su casa, quien tenía muchos sueños por cumplir había sido asesinada.

Asesinato que ocurrió a casi un mes después de que Jessica sufriera una violación en la zona de Lomas de San Carlos, el 12 de junio del 2012.

Explicó que desde ese día comenzó su calvario, porque tuvo que luchar para lograr que se hiciera justicia y detuvieran al agresor que le causó daño a su hija y provocó que la sonrisa de su boca se borrara.

Durante ese proceso, es decir un mes después de la violación, su hija no llegó a su hogar, sin embargo, al buscarla fue encontrada sin vida en el semefo de San Cristóbal.

Jessica había sido violada y asesinada con una enorme roca que dejaron caer sus verdugos sobre su cabeza, hecho que desmoronó a su madre y a toda su familia.

Otro viacrucis continuó para exigir a las autoridades justicias por el feminicidio de Jessica Lucero, quien fue sepultada en el panteón de San Efrén.

Tiempo después, las autoridades lograron detener Carlos García San Juan, alias ‘El Kiko», por el delito de violación y como responsable del homicidio aseguraron a Geovanny Loredo Soto, quienes fueron sentenciados a 22 y 55 años respectivamente y cumplen su condena en el reclusorio de Chiconautla.

Condena que aseguró no es suficiente para pagar por el asesinato de su hija y el dolor que causaron al destrozar su hogar, sin embargo, cumplieron con la promesa que le hicieron a su hija junto a su tumba y lograron se hiciera justicia.

«Se acabó la alegría de la casa, las celebraciones, porque ya nada volvió a ser igual desde su partida y el dolor jamás terminará, para mí cada año es como si fuera ayer, porque sigue doliendo igual o más conforme pasa tiempo porque más la extraño y me hace falta», refirió doña Cruz al recordar que hace unas días se cumplieron 9 años del feminicidio de su hija a la que de cariño llamaba «Nena».