Un hombre se suicidó en pleno centro de este municipio, dejando junto a él una carta dirigida a sus hijos.

El hombre llamado Paulino, se disparó un balazo en la cabeza, el cual le quitó la vida de manera instantánea.

Junto a su cuerpo quedó cubierta de sangre una carta dirigida a sus familiares, en la que explicó el motivo de su decisión de terminar con su vida.

«Pido perdón a Dios, y a mis hijos» fue parte del recado póstumo que dejó.

A un costado del quiosco ubicado en la plaza de la comunidad de Santa María Actipac, quedó el cuerpo de Paulino de aproximadamente 50 años de edad.

Se pudo observar a simple vista un impacto de arma de fuego en el parietal derecho, portando un arma de fuego, calibre 9 mm., en la mano derecha.

La policía dijo que aproximadamente a 10 metros del cuerpo, se encontró un casquillo percutido calibre 9 mm, así como una nota al lado izquierdo con la leyenda “Pido perdón a dios, a mis hijos Julio Cesar y Jenny, dejo las llaves en el local, hay suficiente para los gastos, en el local están los papeles de mi papá, me voy, nunca puede ser lo que la sociedad esperó de mí, principalmente Julio Cesar y Jenny, a pesar de todo los amo, tomen posesión de lo que dejo, perdóname y recíbeme dios mío, Paulino, no se culpe a nadie de esto”.